sábado, 31 de diciembre de 2011

¡¡¡Bienaventurados sean tus días en 2012!!!

No quise terminar el año sin saludar a los amigos de este mundo mágico que es el de los blogs. Conocí personas maravillosas, que escribían desde el corazón y el alma, escritos imperdibles de los temas mas diversos, algunos de la vida misma de todos los días. Todos son importantes e invitan a leerlos, como importantes y brillantes son las personas que dedican su tiempo para hacerlos.

Les deseo que pasen en armonía y con mucha felicidad este fin de año y el nuevo que se inicia, el año viejo queda atrás con su larga barba blanca, con sus penares y alegrías. El 2012 es para mí una nueva oportunidad, un fin de año distinto a todos los anteriores, pero voy de la mano de esperanza, por lo que lo comienzo tranquilo. ¡¡Problemas habrá como siempre, pero avanti!!

Desde noviembre que no escribo, recientemente me he mudado, los dos últimos meses fueron muy agitados pero terminó todo bien, dentro de la media normal. Agradezco a los amigo bloggeros que me dejaron su aliento en mi última entrada, a los que les hago llegar todo mi afecto y reconocimiento:

Maria Saéz, Myrian, Cosillas y Cosejas, Mía, Norma2, Carmen Rosa, Gosspi,

José Ramón Santana Vazquez, Alma Mateos Taborda, Belkis, Humberto Dib,

Diana Profilio, Carolina, Rosa E, Goja 56. Disculpen si olvido citar a alguien.

Algunos nos conocemos a través de la red, espero este año poder dedicar más tiempo al teclado (y aprender más de ustedes sin duda).

Un fuerte abrazo, lo mejor de lo mejor para todos en 2012, sobre todo salud y
trabajo. Lo demás vendrá por añadidura.



viernes, 18 de noviembre de 2011

Ausente con aviso...

Solo entré para saludar a mis amigos visitantes, estoy bien, pero totalmente absorbido en trabajos y solución de problemas que demandan toda mi dedicación para que salgan lo mejor posible.

Seguramente nos reencontrarnos en diciembre.

Les dejo un cordial saludo.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El amor sano de los unos a los otros.

¡Es amor verdadero!

Es…

El puente que une.
El oído que escucha.
La caricia que calma.
La sonrisa que ilumina.
La manta que abriga.
El remedio que cura.
El brazo que sostiene.
La fuerza que levanta.
La fuente que contiene.

El amor se siente amando no solo siendo amado. La misión, hacer felices a otros siendo feliz tú. Si esto es una cadena de amor, los otros te harán felices a ti. Aunque no nos retribuyan de igual de manera, no deberíamos dejar de amar.

El amor une. Pero no es solo corporal aquello que lo mantendrá unido.

NO ES…

-intolerante
-
deshonesto
-
impaciente
-
- imprudente
-
- iracundo
-
- celoso
-
- de humillar.

Ni…

Una emoción violenta. Un sentimiento, pensamiento o actitud que haga sentir mal a quien lo siente, o hacia quienes se ven influenciados. No utiliza maltrato verbal, ni físico ni psicológico

Es…

Hacerse responsable de uno mismo, y con relación a los demás.

El anti-egoísmo, el anti -miedo, la anti-envidia y lo opuesto a todos los aspectos de carácter antes mencionados. Una emoción normal, feliz, sin excesos.

Dulce y placentero. Da libertad. Libera a quién lo da. No exige, se extiende, satisface a quien ama y a los de alrededor.

Despreocuparse de uno mismo y ayudar a otros.

No buscar solo lo que le causa placer y felicidad a si mismo.

Estar feliz con uno mismo. Con la felicidad, el crecimiento, el progreso, la paz y armonía de otros.

Solidarizarse con el dolor de otros.

Establecer una mutua confianza y fe con quienes amamos.
Salud mental, paz y armonía espiritual para quien lo siente y brinda.

La aspiración de Dios como cada uno lo concibe, para la raza humana

Un sentimiento que está en uno, o lo recibe quien lo busca y pone en práctica.

Es…

Respetar, perdonar, compartir, escuchar, alentar, ayudar, agradecer, unir...

Esto último desde No es, lo tenía en mi archivo desde el año 96, en el que reuní conceptos sobre el amor de distintas fuentes, como las Leyes para la salud emocional , un curso filosófico, la cristiandad, más reflexiones y observaciones propias, diferenciando los sentimientos que constituirían un amor enfermo.

Disfruta la vida. Se feliz. Llévate bien con todos, defiende tus derechos, y ayuda a los que están peor que tú… si quieres y puedes. Realmente a mi, me dio resultado. ¡Mira que no estoy sermoneando ni dando clases de nada, solo comparto!

Amigo visitante, este texto está escrito en un tiempo y un momento particular, es extenso, tal vez requiera ajustes, pero el tema es muy amplio, no quito nada de lo dicho, solo necesitará ampliación de conceptos si es necesario.

¿Que no es fácil sentir este amor por otros? Realmente creo que no, pero todos tenemos algo de el. ¿No crees?

martes, 1 de noviembre de 2011

La muerte siempre ronda.

Eran las diez de la mañana, manejaba mi Renault a 140 kilómetros por hora en la ruta hacia las sierras de Córdoba. El cielo esta totalmente despejado, azul celeste, sin nubes, el sol presagiaba un día más de alta temperatura en ese verano de enero. Mis hijos de siete y nueve años escuchaban música mediante sus auriculares en el asiento trasero del auto enfundados con sus cinturones de seguridad. La ruta era de doble mano con solo dos carriles, frente a mí, veo venir un micro ómnibus de larga distancia. Un automóvil sale detrás de el para pasarlo y ubicarse adelante, los miro avanzar en mi dirección, el auto no consigue hacerlo, sigue directo hacia mi, en segundos más podríamos chocar, suelto el pedal del acelerador. Si freno de golpe, mi vehículo puede hacer un trompo volcando o saliendo de la ruta con peligro de vuelco. Podría salirme a la banquina de mi derecha, pero si el que viene hace lo mismo, el choque frontal sería inevitable. En esos segundos decisivos continúo por mi carril, ya a 100 kilómetros por hora, casi me veía cara a cara con el conductor del otro vehículo, de pronto éste sale de la ruta tirándose a la banquina de mi derecha (no le quedaba otra). Continúo mi camino, el choque no se había producido.

La imprudencia, impericia o estupidez de este conductor podría haber ocasionado una tragedia en la que todos podríamos haber muerto. El, al darse cuenta que no podía pasar el micro ómnibus debió haber retornado su lugar detrás del mismo. Yo, que manejaba correctamente decidí que el arregle su desarreglo, ya que toda alternativa me parecía de riesgo. La mayoría de los accidentes de tránsito se producen porque no se respetan normas, leyes de tránsito, por falta de sentido común de alguno de los conductores.

¿Tú que piensas?

PD: Entré para contar esta anécdota, falta un tiempo para que vuelva a escribir con la frecuencia que quisiera. ¡Te saludo amigo visitante!

viernes, 14 de octubre de 2011

El cansancio que no se quita con descanso.

Es el cansancio emocional acumulado, producido cuando no le encontramos salida a algo que nos afecta, no nos gusta lo que hacemos, o lo que nos hacen, también por el intelectual sobre exigido que conduce a lo mismo. Ambos reunidos son una carga que puede incapacitarnos. Conducen al estrés, que termina siendo un callejón sin salida si no le ponemos freno. Estos cansancios excesivos, consumen mucha energía nerviosa, los que tienen actividad física como un leñador o un deportista por ejemplo, pueden terminar el día cansados pero se reponen tras una noche de buen sueño. Los primeros se levantan con dificultad pudiendo haber dormir mal, con sueño de mala calidad, hecho que además les pone de mal humor, retroalimentando el desgaste anímico.

Hay personas muy tranquilas, menos propensas a caer en estrés, otras por ser hiperactivas siempre están mas expuestas a caer en el, o en depresiones. El equilibrio saludable pasa por vivir la vida sin excesos, el ritmo actual es muy exigente además de una alimentación sana, cada uno debería encontrar la actividad física más adecuada para si mismo. Durante la semana laboral intercalarla, la falta de tiempo no debería ser excusa, simplemente caminar o subir escaleras ayuda. A medida que pasan los años, mayor es la necesidad de hacer actividades para el cuidado de uno mismo, eso fortalecerá nuestro cuerpo, y aquí cabe el dicho, “mente sana en cuerpo sano”. El sedentarismo es enemigo de la buena salud. Salvo que se esté imposibilitado de moverse, en esa situación, hay terapias para conservarse bien.

En mi caso actualmente voy a natación dos veces por semana, anteriormente concurrí a sesiones de yoga, fue bueno aprender a respirar correctamente, relajación y ejercicios para estirar los músculos y la columna vertebral. Casi todos lo deportes, como el fútbol y otros incorporaron ejercicios tomados de yoga en sus prácticas de entrenamiento. Existe mucha sabiduría en las medicinas alternativas, que no deberían dejarse de lado como complemento de la medicina moderna. En la que el médico especializado hace efectuar todos los estudios y análisis de rutina para cada caso.

El funcionamiento de nuestro cuerpo es un prodigio, en el que se producen muchas reacciones químicas, zonas como nuestro cerebro todavía no han terminado de estudiarse. De allí que se hayan unido varias ramas de la ciencia para entendernos y llegar a curarnos de nuestros males una vez que llegan, inclusive llegar a prevenirlos. El avance en medicina es permanente, aunque aún falta para enfermedades que nos siguen azotando.

En muchos casos son nuestros pensamientos, sentimientos y actitudes negativas los causales de nuestra caída emocional. El ser sociable, compartir momentos, esparcimientos, con amigos, familiares, u otros contribuye a nuestra estabilidad y bienestar. El tema da para mucho, hay alternativas, cada uno busca las suyas. Estas son solo algunas reflexiones mías.

¿Tú que opinas?

viernes, 7 de octubre de 2011

Escribir sobre la fe.

Este 8 de octubre al igual que en el año pasado, por iniciativa de Señovilla y Angel he sido invitado a escribir, en esta oportunidad sobre LA FE. Lo hago en forma de diálogo...

-Migue, en lugar de narrar… ¿Puedes escribir sobre la fe?

-Trataré Pablito, es que abarca muchas cosas.

Fe, es el símbolo químico del “hierro”, que por combinación con otros elementos en un proceso de “temple” a temperaturas determinadas, se convierte en “acero”. Cuando quieres decir que alguien es fuerte, dices…tiene “músculos o espíritu de acero”.

Que tú tengas “temple” significa que asumes las dificultades que se presentan en la vida, pudiendo caer una o varias veces, pero volviendo a ponerte de píe para continuar más fortalecido.

La fe de la gente, le da fortaleza, valor, serenidad, alegría. Es... “creencia”, “confianza”, si no tienen fe en ti, quiere decir que… ¡No confían ni te creen! .Tener fe, es dar por cierto, por confiable algo.

Comprendo, pero… ¿En que tengo que tener fe?

Pienso que primero en ti mismo, conocerte… aprender, vivir experiencias, cuanto… más te conozcas, te quieras, ames a otros y no dejes de aprender más fe tendrás, para alcanzar y hacer lo que necesites y busques. –Si tú no te tienes fe... ¿Cómo vas a lograrlo?-Luego viene la fe en otros en quienes confías, porque no somos “islas” nos necesitamos. Pero aquella en un poder superior a nosotros mismos, requiere un esfuerzo de fe. Porque, es creer en lo intangible, en lo que no se ve ni se toca, solo se siente… ¡Cuando crees!.

Aclárame esta parte...

Desde los tiempos más antiguos, los seres humanos elevaban sus peticiones de acuerdo a sus creencias, a sus Dioses o Dios, como ellos lo concebían para ganar batallas, pedir guía, fortaleza, protección para sí, o sus seres queridos, sanidad, etc. También para agradecer, o simplemente para rezar, orar, meditar con el fin que cada uno sentía y tenía.

¿Y si no se les concedían sus deseos?

Solo aceptaban su voluntad, no le puedes pedir a Dios que haga la tuya. -A veces se da otras no. Tener fe no te hace dependiente, más bien independiente... ya que compartes tus problemas con él, depositando tus cargas, mochilas pesadas.

¿Quiere decir, pedir ayuda… sin dejar de hacer todo lo que esté en mis manos?. Y, sí… hay muchos hechos, resultados, milagros que suceden por fe.

¿La fe en uno mismo no alcanza entonces?

Puede ser que sí, pero a pesar de todo tu intelecto, y capacidad puedes encontrarte en algún momento con situaciones que ni tú ni la ciencia puedan resolver. En ese instante un médico puede decirte, respecto a quién más amas en la vida,… hasta aquí llegamos, está en manos de Dios ahora ¿Tú que harías?

Mira… creo que le pediría ayuda a Dios. – ¿Y si sanara? – Diría que es un milagro. -¿Y, a quién lo pediste? -A Dios - ¿Entonces? ¿Qué pensarías?-Ah, que tal vez Dios existe ¿No?. - Si crees, sería una manifestación de fe religiosa.

Todos los días en algún lugar se produce algún hecho milagroso, no explicable, allí comienzan a creer que hay “algo más” que puede producirlos. Llámese como lo llamen.

También le pedían al dios del río, del sol, en fin, siempre se depositó la fe en algo, aún en el de la buena suerte. Necesitamos creer para humanizarnos, tener confianza, la vida es buena,… piénsalo. Solo te doy unos conceptos míos sobre la fe, el tema da para mucho, lo que digo es que, cada uno puede tener su fe, aún los ateos deben tenerla en algo, aunque no lo llamen fe. No se puede vivir sin fe, solo debemos respetarnos unos a otros en nuestras creencias.

Oye, no me traigas éstos temas, que pueden herir sensibilidades, o crear debate, aunque tal vez… no estaría mal saber la opinión de otras personas ¿No te parece?

lunes, 26 de septiembre de 2011

Pausa primaveral.

Faltan tres días para que me tome unas vacaciones, iré al Complejo Termal de Federación en Entre Ríos, queda a 500 kilómetros de Buenos Aires. Viajo en colectivo de larga distancia, de manera que no tengo que preocuparme por manejar. Estamos en primavera pero las temperaturas oscilan entre 26 º unos días pasando a 10º en otros. Así que siempre es necesario llevar algo de abrigo por las dudas. Me va a venir bien estar en contacto con las aguas termales, ya que tuve los primeros seis meses del año serios problemas en la espalda. Estoy mucho mejor ahora, pero cuidándome en levantar pesos elevados, las aguas son relajantes, revitalizantes, así que regresaré hecho un toro bravío jajaja. Estoy un poco a las apuradas para dejar en orden varias cosas laborales, organizadas para continuarlas a mi regreso.

Ayer mi hija me regaló un pulóver hermoso, hecho en La zona Patagónica, me quedó de diez, es un ángel mi princesa, lo voy a llevar, de inmediato busqué uno más antiguo que tenía, preparándolo para regalar. No tiene sentido tener nada de más cuando hay gente que tiene tan poco y lo recibe con alegría. Hace poco regalé el ordenador anterior, a una señora con varias hijas, le pregunté si no le importaba que fuera un poco lento, contestó que de ninguna manera, así sus niñas no tendrían que ir fuera de su casa para utilizarla. Nos sentimos bien cuando tenemos la posibilidad de dar algo útil, obteniendo por respuesta solo una sonrisa de agradecimiento.

Bueno no quiero seguir con la lata, les dejo un fuerte abrazo, siempre me acuerdo de ustedes, aunque no pueda escribir con la frecuencia que quisiera

sábado, 17 de septiembre de 2011

La pulseada.

A las doce horas sonó el timbre, los siete operarios dejaron sus tareas para ir a almorzar. Se sentaron a la mesa para degustar sus almuerzos, cuando terminaron les quedaban veinte minutos de descanso. Rubén le propone a Justin ¿Porqué no jugamos una pulseada? Antes de que pueda responder, Darío le dice lo mismo con una sonrisa irónica ¿Te animas a jugar conmigo? Bueno, dale, responde Justin. Él y Rubén tenían quince años de edad, Darío unos treinta, era alto musculoso, pesaba, treinta kilos más que Justin. Esto transcurría en un verano de enero, el calor se hacía sentir con fuerza, los ventiladores apenas lo mitigaban. Darío y Justin se sentaron frente a frente, apoyaron sus codos firmes sobre la mesa tomándose por las manos derechas cruzadas. Sus compañeros, algunos sentados, otros de pié, observaban la pulseada que estaba por comenzar, la mayoría decía. ¡Yo le apuesto a Darío! Rubén dijo, a la cuenta de tres comienzan, uno, dos, ¡tres! El hombre y el adolescente comenzaron a empujar, los brazos no se movían del centro, temblaban por la tensión, manteniéndose a noventa grados. Las gotas de transpiración caían por la frente de Darío, el músculo de su brazo parecía un balón de fútbol, un gesto de sorpresa comenzaba a surgir en su rostro. Justin había soportado toda la presión de su rival, sin mostrar emoción alguna, lentamente comenzó a redoblar su esfuerzo, volcando el brazo de Darío, hasta que éste tocó la mesa. La pulseada había durado cinco minutos, levantándose de la mesa, ya serio, Dario le dijo, ¿Qué comes nene? ¿La espinaca de Popeye? O puras vitaminas, deja de joder, mira como me has hecho quedar. – Afirmó mientras se alejaba. Rubén, su amigo le dijo, pensar que yo quería pulsear contigo, eres como Silvester Stallone en la película que pulsea para retener al hijo jajaja. ¿Pensabas que ibas a ganar? – Al menos estaba seguro que nunca he perdido, ésta era solo una pulseada más. – Respondió Justin.

Esta es una prueba más de que en la vida no siempre gana el más fuerte físicamente. Justin tenía una natural fuerza emocional, espiritual y física, que le daba enorme fortaleza. Y, él a su edad, ni sabía de donde surgía o porqué la tenía.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Historia de un amor... que no pudo ser.

Diciembre había llegado, el calor era denso, pesado, Leonardo no lo pensó más, decidió huir de Buenos Aires, tomarse unas vacaciones, alejándose de tráfico, ruidos, obligaciones laborales. Una vez en la ruta en su Volkswagen, recorrió los cuatrocientos kilómetros que lo separaban, hasta llegar a Tandil, la ciudad de las sierras bajas, tierra fértil, con olores a campos verdes y aguas claras del lago. Luego se desvió, avanzó cien metros por un camino de tierra, divisando a Don Basilio, un viejo amigo de su padre aguardándolo en la vereda. Detuvo el auto, bajando rápidamente para fundirse en un abrazo con el búlgaro.- Que bueno que viniste Leo, hace dos años que no lo hacías. -Pasa, pasa, tengo preparado un guiso hecho con perdices que ayer mismo cacé .-Usted se ve muy bien Basilio, debe ser el aire de aquí. - Ya lo creo, aquí todo es mas calmo.- Mira la cara que traes cada vez que vienes, ojeroso, blanco, flaco, de aquí te vas con el color de la salud. -Tiene razón, la gran ciudad mata, parece que uno no puede dejar de correr, por suerte termino con la universidad el año próximo, tendré más tiempo para esparcimiento. Luego de degustar el exquisito estofado, acompañado por un buen vino, siguieron charlando y riendo, mientras se contaban mutuamente anécdotas e historias.

A las cuatro de la tarde Basilio, lo invitó a visitar a Natalia su vecina, que vivía a continuación de un gran lote de tierra que separaba ambas casas. Al llegar, está los recibió con alegría, conocía a Leo desde pequeño, cuando llegaba en compañía de sus padres. Leo comprobó la presencia de una joven de cabellos lacios y ojos verdes que lo miraba con atención. - Es mi hija, Mariana, afirmó Natalia, se recibió de Veterinaria en la universidad de Buenos Aires, volvió hace poco, por ahora está todo el día en casa. - Ah, si, dijo Leo, mientras daba un beso en la mejilla de Mariana, recuerdo cuando eras pequeña, jugábamos a las escondidas, debes tener veinte y cuatro años ahora. - Si, y tú veinte y tres, ¡Qué alto que estás! ¿Tienes novia? No, no, nada formal, solo amigas, no he tenido tiempo para buscar mi alma gemela, jajaja. Luego, juntos los cuatro, continuaron tomando unos mates con bizcochitos salados, mientras conversaban de todo un poco.

Los días siguientes transcurrieron entre caminatas por senderos recorriendo el lugar, más de una vez Leo y Mariana, fueron hasta el pié del cerro “La piedra movediza”, ascendiendo hasta lo más alto, desde allí veían la belleza de los alrededores. Cuando los sorprendía la noche, le resultaba hermoso ver las luces del centro, así como el cielo plagado de estrellas que en Buenos Aires centro, ni podía verlas por los edificios cercanos. Alguna noche fueron a cenar, otras a bailar con amigos y amigas de Mariana, Leo se integraba totalmente, eran todos jóvenes que se divertían sanamente. Habían pasado diez días ya, el “porteño” citadino, también le decían, había bronceado su cuerpo, por la exposición al sol, se veía completamente distinto al día que llegó. Había aprendido hasta a ordeñar sentado en un banquito, la vaca lechera que Basilio tenía, también degustaba frutas en almíbar, leche fresca recién ordeñada, quesos y yogur hechos en el lugar.

Mariana le pedía a su madre que hable con Basilio e intervinieran, porque Leo le había dado su amistad pero de amor no decía nada, y ella estaba locamente enamorada de él. Una tarde Basilio le dijo a Leo, sabes que te aprecio mucho, quisiera regalarte la fracción de tierra de al lado, podrías venir a vivir aquí, ir construyendo tu casa de a poco. Natalia y yo te ayudaremos, nos gustaría que formes pareja con Mariana, se ven muy lindos los dos. Leo se quedó sorprendido ante el ofrecimiento, tratando de elegir las palabras que no hieran la sensibilidad del búlgaro, le contestó. – Le agradezco infinitamente, pero no puedo aceptar, aquí no hay trabajo para desarrollar mi carrera, no quiero vivir haciendo lo que no me gusta, por otra parte a Mariana, la considero una amiga, no estoy enamorado de ella. –El amor es así, afirmó Basilio, se puede querer y no ser querido, pero el darte la tierra sigue en pié, avísame y te la transfiero cuando quieras. – Nuevamente gracias, tengo en cuenta su ofrecimiento amigo.

Dos noches después Leo se había quedado a dormir en una habitación en casa de Natalia, cerca de las dos de la madrugada escuchó la puerta abrirse lentamente. Era Mariana que en su fina enagua rosa entraba. ¿Qué haces aquí? Preguntó. - Es que mañana te irás, quiero dormir esta noche contigo, así conservaré un recuerdo feliz de ti. ¿Estás segura? Sabes que lo nuestro no tiene futuro, no estoy enamorado. – Lo sé, siempre has sido sincero conmigo, pero regálame esta noche, quiero guardarla en mi arcón de recuerdos. -Bueno, ven, le contestó, dejando que ella entre bajo las blancas sábanas. Sucedió lo que tenía que suceder entre dos vidas jóvenes pero adultos, sin compromisos. A la mañana siguiente parecía que los pájaros cantaban más alegres que nunca. Luego de desayunarse juntos, Basilio, Natalia, y Mariana lo despidieron. Leo subió a su auto emprendiendo el regreso hacia la maraña de su ciudad, pero llevaba un secreto guardado…que le hacía sonreír y cavilar.

Otra historia ha salido del horno como pan caliente. Disculpa, la escribí rápido, sin correcciones, una esofaguitis aguda me está dando paliza, es posible me aleje unos días del ordenador.¡¡ Hasta pronto!!

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miércoles, 31 de agosto de 2011

Un día más, pero diferente.

Para Marcos esa mañana de invierno era una más, a la hora siete se despidió de las sábanas blancas, descalzo, envuelto en su bata azul ingresó al baño para darse una ducha. Estuvo quince minutos bajo el agua, cuando salió de la bañera, después de secarse se miró al espejo, alcanzó a ver dos manchas rojas sobre el dorso de la espalda. ¿Qué será esto? Se dijo, luego prefirió pensar que se trataría de algún brote alérgico, por vaya a saber que cosa, ya que se alimentaba muy sano. Luego de vestirse, tomó un desayunó lleno de calorías, igual, nunca subía un gramo en su peso. Una vez que dejó todo limpio y en orden, se colocó una campera de abrigo y su gorra, en la calle la temperatura era de seis grados, con vientos moderados. También tomó su agenda, que era como su GPS, tenía anotadas todas las actividades previstas para ese día. Sacó su auto del garaje dirigiéndose hacia el centro de la ciudad, allí buscó estacionamiento. Después fue caminando hacia varios lugares, comenzó por la peluquería, era temprano, un peluquero estaba libre, él le indico que le rebaje el pelo en los laterales y atrás, sin tocar arriba ya que era sagrado conservar lo que quedaba. Al salir, continuó con la casa de repuestos, el abogado, la escribanía, la sucursal bancaria. En su paso hacia la compañía aseguradora, se detuvo frente a la vidriera de una ferretería, le gustó una canasta con flores artificiales pequeñas, entró al local pensando en la persona a quien iba a regalársela.

Al llegar junto al mostrador, vio a un solo cliente que había ingresado segundos antes que él. Se lo notaba nervioso, de pronto vuelve la cabeza atrás, nota que no entra nadie, toma un poco de distancia del mostrador, saca un arma de fuego diciendo amenazante, ¡quietitos los dos! Tú dame el dinero de la caja, más el que tienes oculto, rápido o te quemo ya. A Marcos apuntándole le dice, pon tu billetera, reloj, más todo dinero que tengas sobre el mostrador, sin movimientos raros. Marcos no demostró emoción alguna en su rostro, rápidamente puso su billetera con tarjetas y algunos billetes sueltos hacia su derecha, retrocediendo luego dos pasos. El comerciante apiló los billetes que tomó de la caja al lado de los otros. El ladrón pasó el revólver a su mano izquierda, avanzó para tomar el dinero, en el momento que lo ingresaba en los bolsillos de su campera, la pierna de Marcos se elevó veloz como rayo, impactando el pié contra su rostro tirándolo de espaldas contra el suelo con los brazos extendidos. De otro puntapié Marcos aleja el arma de su mano. El ferretero portando un hacha lo amenaza, si te mueves te parto por la mitad. – Le dice. -Tome mi celular y llame al 911 pide a Marcos, quien de inmediato lo hace. - Ya vienen, en cinco minutos llegan. – Informa. - Qué suerte estaba usted aquí, es la tercera vez que me roba este mismo tipo. ¿Dónde aprendió a defenderse así? –Preguntó. Hace varios años fui a Kárate, me mantengo en estado con deportes. – Bueno lo dejo, tengo mucho pendiente, usted ya domina la situación. - Gracias, amigo, vuelva otro día, así, charlamos un poco. - Está bien, si paso lo visito, cuídese.

Cuando salió notó que le dolía el empeine, por lo que decidió no continuar volviendo a su apartamento. Una vez allí, preparó agua caliente, que volcó en una palangana con sal, sumergió el pié en ella, la inflamación se reduciría. Deslizó su mano por debajo de su camiseta, hasta donde había visto la mancha roja a la mañana, al tocar, se mojo los dedos, dedujo que era una ampolla que había reventado. ¡Corchos! Se dijo, ¿Me habré quemado con la almohadilla eléctrica de calor? ahora tengo que curarme la quemadura y el pié. – Que tonto soy a veces….éste ha sido un día distinto en verdad.

Las cosas no ocurren hasta que ocurren, no podemos prever todo, aunque lo hagamos, a veces suceden imprevistos.

Estoy saliendo de una gripe, pero he decidido escribir igual el día de hoy, para que no se me vaya agosto. ¡Saludos a mis amigos Bloggeros!

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miércoles, 17 de agosto de 2011

Un amor truncado.

-Marcos dormía, entre sueños vio la imagen tierna de su madre… estaba muy preocupado por ella, se había convertido en su sostén emocional. Antes, era una mujer vital, llena de alegría, pasaba de preparar ricos manjares en la cocina, a pintar exquisitos cuadros que brotaban como flores en primavera. La muerte de su marido tres años atrás debido a un cáncer pulmonar, le hizo añicos el corazón. No pudo superarlo, durante días y meses fue un mar de lágrimas, decayó,… dejado de lado pinceles, óleos, trabajos y salidas al mundo exterior. Marcos, al estar de vacaciones, le acompañaba todos los días de esa semana, desayunando, almorzando, cenando juntos. Con su novia, Carolina, se encontraban los sábados y domingos, quedándose a dormir en el apartamento de ella. Se amaban en cuerpo y alma con pasión infinita, tenían jóvenes y alegres veinte y seis años cada uno, disfrutaban al máximo esos días. Habían decidido no casarse o convivir, porqué la madre de él, había tenido dos intentos de suicidio durante el primer año de duelo. El lunes por la madrugada regresaba en un taxi a su casa, sonriendo, pensando en los momentos vividos con su amada, Carolina. El tráfico era intenso, muchos jóvenes salían de los boliches bailables, una intensa niebla dificultaba la visión, súbitamente escucha un impacto y una explosión, luego siguió el silencio.
Hizo un esfuerzo para despertar del sueño, sentía frió, se desperezó mirando el reloj, marcaba las diez de la mañana, en su pijama azul comenzó a caminar desde su habitación hasta el Living. - ¡Mamá! llamó, sin obtener respuesta, siguió hasta la cocina, mamá, volvió a llamar, ¿dónde estás? Ella siempre estaba allí, no saldría sin avisar ¿dónde iría? recorrió el dormitorio de ella y el resto de las dependencias. Quiso utilizar el celular para hacer un llamado pero no tenía crédito, moviéndose se llevó por delante una mesita baja. Quiso abrir la puerta que daba al hall de entrada, girando la manija con fuerza, no pudiendo hacerlo. Su preocupación crecía, le dolía el estómago, se dejó caer sobre una silla roja, tomándose la cabeza entre las manos. De pronto, escucha el ruido de llaves, es su madre que ingresa a la casa. ¿Qué susto me has dado? Dijo. ¿Dónde estabas mamá? – Inquirió. Ella paso a su lado sin mirarlo, ¿Eh? ¿qué ocurre? – preguntó. ¿Por qué no me hablas? – exclamó, acercándose hacia ella que se había detenido junto a la cómoda frente al espejo, tenía una fotografía entre sus manos, la miraba, lágrimas con rimel comenzaron a descender por su ojos. Marcos cruzó su brazo cubriendo sus hombros, miró la fotografía, estaban los tres, ella, él, y su padre, volvió la vista hacia el espejo, él no se veía reflejado, su madre estaba…completamente sola.

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viernes, 5 de agosto de 2011

La confesión, cuando muere el amor.

Hola Juan, ¿Cómo estás Diego? se dijeron los hombres al momento de abrazarse. Eran amigos desde el secundario, compartieron mucho de sus vidas hasta años después de casarse y tener hijos. – Juan, me llamaste citándome aquí, ¿Qué misterio traes? – Vamos al Bar de la esquina, allí hablaremos. Una vez sentados a una de las mesas, pidieron unos cafés –Te ves bien Diego ¿Cómo haces?– Será porqué soy feliz jajaja. – Has tocado el punto que me trajo aquí, yo no soy nada feliz, con Laura mi esposa es imposible ya vivir. – Uh, que noticia me das ¿Tan mal están las cosas?- Mira me cuesta hablar pero necesito decírselo a alguien, ella siempre tuvo actitudes tipo neuróticas, depresivas, pero las fui tapando, la amaba mucho, funcionó, hasta que mis hijos se mudaron formando sus parejas

- Se puso peor, estaba pendiente de mí para puro reproche, ella en casa encerrándose y encerrándome como una telaraña. Llevo la peor de las soledades, estando acompañado. ¿Cómo es eso Juan? – Estamos en dos mundos diferentes. Le digo de salir, ir al mar, no quiere, no le gusta, cuando anuncio ir solo, decide venir, pero allí, o donde vaya me amarga la estadía, a todo le encuentra problema. – No me traigas a nadie a casa me repite también. Se pasa horas viendo programas de chismes y novelas de la televisión, peluquería dos veces por semana. Ya he dejado de quejarme de todo, no tiene sentido, a veces cuando me quedo mudo y no le hablo por irritado, pide disculpas, pero lo sigue haciendo en el mismo día y los siguientes.

- Reprocha cuando estoy en el ordenador, cuando hablo por teléfono con nuestros hijos, sobrinos, ellos la escuchan, me dicen… no le hagas caso, pero algo está mal allí, debes ver una psicóloga para ella. – Estoy cansado de llevarla a lugares desde los seis meses de casados, ahora está conforme con el psiquiatra que la atiende. –Le pregunté ¿No quieres que te acompañe para hablar con él? ¿Qué dices? , yo estoy bien, tú haces mal al no estar conmigo. – ¿De que manera? si no quieres salir a otro lugar que de tu madre, cuando me siento a tu lado y estás viendo la televisión, te hago un comentario del día y me dices calla que no me dejas escuchar. Si dejo un cabello en el lavatorio del baño me lo echas en cara, yo levanto tus cosas las llevo a su lugar, es simple.

- No cambió en veinte y cinco años Diego, creí que podría ayudarla pero no hay caso, no quiere, personas así han llevado a la muerte a su compañía de vida, por cáncer, infartos, disgustos que somatizan en sus cuerpos, no encontrando salida. – Hace cinco años estamos en camas separadas, como te imaginarás me tiene frío como heladera, hace tiempo no pasa más nada. Cuando se le ocurre decir que ya no lo hacemos, le contesto.- No puedo hacerlo sin amor, y allí quedamos en la maraña de echarnos culpas, por eso ya no me engancho, sería interminable.

– ¿Qué piensas hacer Juan? – Ya reservé una casa pequeña pero con ventanales grandes, patio al frente y un parque con parrilla, en tres meses se desocupa. Allí recibiré familiares, amigos como tú, contaré estrellas, dejaré entrar el sol, veré la lluvia sin reproches hacia mis oídos. Cocinaré lo que quiera, pondré en la pared los cuadros que me gusten, disfrutaré música, solo o acompañado. Saldré con amigos donde queramos ir. Ya estoy comprando unas pocas cosas que necesito al mudarme. A ella la seguiré manteniendo, pasándole dinero para sus gastos personales, que los deberá ajustar, quedó en su rol de ama de casa pasará a dueña de casa total ahora.

¡Volveré a empezar! - Comprendes Diego, amigo mío, a nadie puedo decirlo, si se entera antes de tiempo sería imposible la convivencia, dos días antes de partir, les diré a mis hijos para que nos den apoyo a los dos. Aunque ella será la que más deba aceptar la realidad. Tampoco se que traerá el futuro, pero seré libre, necesito una mujer, no una relación sin vida, la muerte del amor como pareja nos separó. –Pienso es tu única salida Juan, me sorprende que hayas tardado tanto, ahora duran meses o pocos años las parejas, cuenta conmigo para lo que necesites. ¡Gracias Diego! hoy dormiré mas tranquilo. No sentiré culpa alguna.

Hum, otro relato… ¿Tú que piensas? Si pasas por aquí amigo visitante, deja tu huella si gustas.



miércoles, 27 de julio de 2011

¿Somos mentalmente flexibles?


De no ser así, seríamos más propensos al aislamiento, disociación, sufrimiento. Aunque el planeta tierra siempre gira igual, las sociedades tiene cambios permanentes en usos, costumbres, problemas, tecnologías. Así como los juncos se doblan ante fuertes ráfagas de viento, vuelven a estar derechos una vez que éstas ceden. También nosotros sufrimos o podemos sufrir en algún momento, tormentas emocionales que nos traigan dolores en cuerpo y alma. Necesitamos estar preparados para soportarlas, volver a ponernos de pié y continuar. Aunque a veces podemos ver todo negro o gris, por cansancio, estrés, o formas de ser, siempre habrá hermosos colores en todo lo que nos rodea.

En gran medida nuestra felicidad o tristeza surge de nuestro pensar y actitud, ante sinsabores, frustraciones, por conflictos, crisis, problemas, hechos que pueden haber sido generados, por propio desconocimiento, error, o como resultado de acciones de terceros cercanos o lejanos. También ante la pérdida de vidas que es prioridad uno, por inseguridad, accidentes fatales, desnutrición, violencia, situación que requiere su tiempo de duelo personal. La naturaleza misma, está actualmente, reaccionando contra el planeta, con toda la furia de sus efectos. En muchos casos en respuesta a la acción del hombre, que contamina, modifica el medio ambiente, por intereses, sin respectar leyes ni tratados, ni medir la consecuencia futura o inmediata.

La flexibilidad mental, tener la mente abierta, con inteligencia emocional, abre caminos, impulsa a crecer y aprender, “como en la curiosidad innata del niño”. No se cierra o detiene ante el problema, busca la solución, dándole el tiempo que requiere mientras continúa, o lo asume con aceptación si no la tiene. ¿Somos flexibles? Nos adaptamos a las realidades que nos toca enfrentar cada día, en nuestra casa, con nuestra familia, en el trabajo, con nuestros compañeros, jefes, o empleados. En la vida cotidiana, amoldándonos, o introduciendo los cambios, ajustes necesarios, que surgen de la experiencia o del sentido común. ¿O elegimos siempre echar culpas a otros? a la mala suerte, al destino, tropezando con la misma piedra innumerables veces. Las políticas económicas y sociales de los gobiernos de turno nos afectan, si complican nuestras vidas no defendiendo nuestros derechos, nos cabe el reclamo generalizado y el voto en un país que se precie de democrático.

La solidaridad, el compartir lo poco o lo mucho, la confianza, el respeto hacia todos, la responsabilidad, el valor para reaccionar ante lo que nos hace o nos parece mal, serían parte del ramillete de actitudes que nos hacen ser derechos y humanos para que la sociedad, y nuestra calidad de vida, siga creciendo para mejor. Cuidémonos de no vivir en los extremos, aprender a ser y continuar feliz, es un camino para recorrer paso a paso, sin prisa y sin pausa. Sin caer en emboscadas tentadoras, por el solo hecho de hacer lo que otros hacen, sin asumir el resultado que tendrá en más o menos tiempo.

PD: Paso de relatos de amantes a estas reflexiones mías, ¡Condimento! el tema da para mucho texto más. Te saludo, deja tu huella si te apetece.

jueves, 14 de julio de 2011

El infiel arrepentido.


Pablo cruzaba la plaza de Congreso caminando hacia la compañía aseguradora, era fuerte el calor, no llevaba chaqueta, tan solo su camisa blanca con el cuello desabrochado. Sintió un impacto leve sobre su hombro, lo miró diciendo en voz baja, mierda.,, ¿Será posible? Alzó de inmediato su vista hacia el cielo, al ver las palomas volando alegremente entre los árboles se calmó. ¿Qué culpa tienen ellas? Se dijo, mientras buscaba un bebedero para mojar su pañuelo y quitar el “regalito”. Luego de encontrarlo la limpió lo mejor posible sentándose en un banco. - Tal vez me traiga suerte, pensó, mientras esperaba que seque.

Un hombre se sentó a su lado, se veía desencajado, comenzó a hablar solo. - Me echaron, si, me echaron de mi casa, mi mujer y mis hijos. La engañe con otra, ella se enteró y me echó, mis hijos la apoyaron.

– Pues te has llevado tu merecido, se dijo para sí Pablo. El hombre siguió hablando, los extraño muchísimo, pedí perdón de todas las formas posibles, amo a mi mujer, fue una única vez en 24 años de matrimonio.

Estoy arrepentidísimo, Ay de mí, he sido de lo peor. Sus ojos comenzaron a enturbiarse conteniendo las lágrimas. Mi vida tiene poco sentido ¿Qué voy a hacer ahora? Se tomaba la cabeza entre las manos mientras seguía con sus lamentos.

-El sentimiento de Pablo, ante tanto dolor genuino, pasó a ser de compasión.

- Bueno, bueno, cálmese, compréndala, la traicionó, rompió su confianza, el dolor que provocó, lo siente usted ahora. –Póngase fuerte, continúe con sus actividades, déles y tome tiempo, las heridas al corazón lo requieren para cicatrizar.

El perdón está en manos de su esposa y sus hijos. Procure acercamientos hacia cada uno, incluyendo otros familiares y amigos, diciéndoles lo estúpido que fue, lo arrepentido que está.

– Siga semana tras semana, sin desfallecer ni ser pesado, tal vez, solo tal vez, le den una segunda oportunidad. ¿Le parece?

-El hombre se levantó diciéndole, gracias por escucharme, me voy más tranquilo quizás pueda rehacer lo bueno que habíamos construido durante años. Gracias, repitió, al momento que se daba vuelta comenzando a alejarse.

- Pablo también se levantó, le quedaban veinte minutos para hacer su trámite, apuró sus pasos mientras pensaba, la paloma hizo que yo me detenga en este lugar para contener a este hombre ¿Será casualidad, o entretejidos del destino?- Espero haber sido útil...

¿Tú que piensas?

lunes, 4 de julio de 2011

Los amantes...

Parte 2 y final. Comienza por la 1, no verías solo el final de una película ¿No?

Al llegar juntos a la barra pidió a Leo la tarjeta magnética, tomados de la mano con Lucia traspusieron la cortina de terciopelo, llegando frente a una puerta con la figura de cupido sonriendo. Pasó la tarjeta por la ranura, la puerta se abrió. Accedieron a un amplio pasillo ornamentado estilo barroco.- Vamos, vamos, dijo ella, echando a correr, mientras él la seguía. Una vez frente a la puerta preguntó con aire de inocencia y picardía. ¿Qué me vas a hacer aquí? Te voy a comer el corazón a besos. - Ah, esa es la letra de los Nocheros, ¿Qué más? – Te haré tantos mimos que dirás basta. - Bueno, bueno, me gusta lo que dices, entremos a ver si eres torito o torazo jajaja.

– Ingresaron, una lámpara iluminaba con luz tenue la habitación. De pié sobre la mullida alfombra él desabrochó su blusa, mientras ella hacía lo mismo con su camisa, les llevó un minuto estar desnudos. Claudio besó su hombro, susurrándole al oído, ve mujer, espérame allí. La miró caminar de espalda, se inclinó adelantándose oculto hasta el pie de la cama, deslizándose luego lentamente bajo las sábanas. Ella se inundaba de placer hasta que el rostro de él surgió frente al suyo, elevó los brazos, cruzando sus manos detrás de su cuello, mientras decía, despacito, despacito, ámame en cámara lenta. No hubo más palabras, solo suspiros en medio de los enamorados, mientras danzaban en el juego al que la pasión les llevaba.

Habría pasado más de una hora, Claudio estaba relajado con los ojos cerrados, cuando escuchó el ruido de la ducha. Miró hacia el baño que tenía sugestivamente la puerta abierta, era Lucia bajo el agua. – ¿Quieres que te hagas unos masajes? – Preguntó. – Ven, si quieres.- Contestó con una sonrisa. – El ingresó, cerrando la puerta de vidrio detrás de él. Lo opaca de la puerta tan solo permitió ver que los masajes, se convertían en movimientos que sugerían un nuevo frenesí pasional. Mas tarde envueltos en sus batas se echaron nuevamente en la cama. El miraba el cielos-raso, tarareando una canción, ella apoyaba la cabeza en su pecho. Luego de un suspiro dijo debemos ponernos en marcha- ¿No crees? – Uy, uy, tienes razón, a vestirse que la vida continúa. Salieron por la puerta de atrás que daba al estacionamiento, una vez en el auto, Claudio, giró la llave, arrancó su Renault, buscando la salida hacia la colectora. Doscientos metros más adelante subió a la autopista, dirigiéndose hacia el centro de la ciudad, comenzó a acelerar, en veinte minutos llegarían. Viajaban en silencio.

- Sabes una cosa dijo él de pronto. – ¿Qué?, preguntó ella.

-Voy a llevarte a mi casa. - ¿Estás loco? ¿O se te ha volado una chaveta?

-Calla, calla, tan solo ven conmigo, dijo mientras ingresaba por una calle del barrio de Quilmes, iba aminorando la marcha, accionó el control remoto por la ventanilla, el portón de su garaje se abrió, una vez dentro, bajaron los dos ingresando por una puerta al living. La luz se hallaba encendida, una joven con los ojos adormilados, los miró al entrar.

– Hola Mabel, ¿Está todo bien? -OH, si, ningún problema. – Bien niña puedes irte, gracias, esta tarde a las cinco vuelve como siempre.- Hasta luego contestó ella dándole un beso a los dos. Claudio y Lucía, se acercaron a la puerta de una habitación con un cartelito que decía, niños durmiendo. Abrieron despacio acercándose a las dos camas para ver a Joaquín de diez años, con un mechó rubio sobre su frente, y Santiago de seis en su pijama con ositos.

- Lucía dijo, míralos, ¿No parecen ángeles nuestros hijos? - Si, amor, los niños son ángeles, los que hacemos travesuras somos nosotros jugando a los amantes, pero es hermoso ¿No crees?- Si, Claudio la rutina mata a muchas parejas, pero vayamos a dormir que en pocas horas comienza nuestro día normal. - Tú te puedes quedar una hora más como premio si quieres jajaja, yo luego me llevo el auto y dejo a los peques en la escuela. - Mi premio eres tú y los niños contestó él, mientras se desparramaba vestido en la cama.

Bueno, tal vez me haya salido un poco desprolijo el relato, tampoco soy escritor, pero fuera de estadísticas, el amor perdura en las parejas que saben mantener una relación madura, equilibrada, respetuosa, con componentes y matices que no dejen apagar el fuego.

¿Tú que opinas?

domingo, 3 de julio de 2011

Los amantes...

Parte 1 de 2. (No te pierdas la esencia, el mensaje del relato en la 2)

Era la una de la madrugada, Claudio llevaba diez minutos aguardando a Lucia, su amante de años, sentado junto a la barra del Bar. Con una copa de whiski en su mano giró el taburete quedando con la vista hacia el interior del lugar, las luces eran tenues, íntimas, no más de cinco parejas se hallaban en las mesas de los rincones, algunas conversaban abrazadas, mientras otras se fundían por momentos en besos. A su derecha había una pequeña pista vacía, la música lenta, sonaba con letras de amor. Miró luego hacia la vidriera.

– Debe estar por llegar pensó, –El barman, Leo, con su cara de jugador de poker preguntó – ¿Vendrá? - No lo dude, ella es mi incondicional. – Contestó sin volver la cabeza, ¿Me tiene preparada la suite principal? – Inquirió. – Tal como la pidió. – Respondió Leo. (El lugar era la fachada a la calle, de un espléndido hotel alojamiento.)

Un taxi detiene su marcha junto al cordón, se abre la puerta de atrás, unas piernas conocidas asoman – Ya está aquí, se dijo a la vez que se ponía de pie y antes de que ella terminara de descender, – Está cada vez mejor, pensó, mientras su pulso, se aceleraba, la vio venir, radiante como en tantos encuentros anteriores. Su pollera suelta, quince centímetros por encima de las rodillas, una blusa blanca no muy escotada, que ocultaba aquello que a él entregaba. – La mujer Ingresó, buscándole, al verlo esbozó una sonrisa, acercándose con movimientos provocativos, los hombres de alrededor volcaron su atención para mirarla. –Chacales, se dijo para sí Claudio, es mía, solo mía.

– Lucia lo alcanzó pegando el cuerpo al suyo, la sonrisa de los dos pugnaba por contenerse. – Tomándolo de la camisa alzo sus pies, mirándolo a los ojos, él inclinó la cabeza, la tomo por la cintura hundiendo lentamente sus labios en esa boca roja.
- Humm, dijo al separarse. – Me matas mujer, ansiaba tenerte en mi brazos, - también yo, porqué crees que vengo acalorada. – Repuso ella. - ¿Quieres tomar algo?- Preguntó él.
–Una crema helada batida con champagne. – Al instante la pidió.
– Mi corazón dio un brinco cuando te acercaste a mí.- Afirmó Claudio. – ¿Solo el corazón? Espetó ella, noté algo más cuando me abrazabas. – Eres terrible, dijo él, siempre tan, tan,…tu misma.

Se sentaron luego en una de las mesas, frente a frente, tomándose de las manos, Claudio, jugaba con sus dedos mientras los acariciaba.
– Te extrañé amor, ¿Como estás? – Bien, más ahora que he llegado, vivo pensando en ti, le contestó mirándolo con dulzura – También yo, estos encuentros furtivos, aún espaciados, dan vida a mi vida. - ¿No temes que tu marido se entere? No, y tú, ¿Que tu mujer lo sepa? – Tampoco, respondió, con segundos de seriedad en el rostro. Continuaron charlando hasta que él dijo.
– Escucha la música, ¿Quieres bailar?
- Sábes que me gusta. – Afirmó ella mientras ingresaban en el ruedo, juntitos los dos, moviéndose con pasos sensuales. Cada tanto el deslizaba su mano por debajo de su falda, dándole suaves caricias en las nalgas, a la vez susurraba palabras en sus oídos, ella reía. - Mira que voy a hundir mis besos en ti cuando estemos solos, allí detrás. – Afirmó él. - ¿No me digas? ¿Por qué no hacemos más cortito el baile? – Preguntó ella.- Me enloquece que lo pidas. – Replicó Claudio, mientras se encaminaban a pedir el acceso al placer que ambos deseaban.

Continúa y termina en parte 2

No acostumbro a escribir este tipo de historias, como ya lo dije en mi post anterior, luego de meses alejado del ordenador debo entrar en ritmo. No te enojes con los amantes, síguelos para ver el final de esta noche de pasión y juegos con un final feliz.



jueves, 23 de junio de 2011

Divagando


Ingresé a la casa para comprobar si había correspondencia en el buzón, verificando que no. Luego de pasar por el hall de entrada, continué caminando por el pasillo que daba a cielo abierto. A mi izquierda estaban las puertas de acceso a los departamentos PH, detrás de cada una de ellas había muchas historias de vidas. Un día contaré algunas de las más interesantes. A través de los años, hubo rotación de gente ¿Cuántos? –No voy a hacer números pero no menos de sesenta, los grandes movimientos fueron en los tiempos de crisis económica. ¿Que será de sus vidas? Las de algunos, estoy al tanto de que van muy bien, lo cual me alegra, la de otros me enteré que tuvieron muchos problemas lo cual lamento. A veces pienso que al irse de aquí, perdieron la magia del lugar que cada uno había percibido.

Me detengo, observo la pared con ladrillos vista que coloqué unos siete años atrás, a lo largo de treinta metros, se ve bien, diría que cálida y alegre. Si mi padre viviera estaría feliz viéndolo, recuerdo que hace diez años me dijo –Me gusta tu pasillo, el mío es triste. -En verdad lo era, por el paso del tiempo, a los pocos meses le hice hacer la pared medianera que le faltaba, luego la pinté de blanco, también cambié la puerta de acceso que daba a la calle por una hecha en madera de cedro con relieves. - Ahora si, me gusta, siempre has sido rápido para resolver las cosas - Me dijo con una sonrisa.

Volviendo a mi pasillo, por la pared veo desfilar una columna de hormiguitas pequeñas, las lluvias las movilizan, unas bajan y otras suben espaciadas, son plaga si no las detienes, aprieto cuatro con un dedo quedando pegadas a la pared. Quedo de espalda contra una reja, mientras observo que otras que suben se detienen junto a los “cadáveres”, de inmediato dan la vuelta y le avisan a las que vienen detrás, se arma un revuelo. Las que descendían también se ven sorprendidas, comenzando a retroceder hacia las alturas.
Un ruido de llaves en una cerradura me saca de mis psicodélicas observaciones, es Andrés que sale, avanza por el pasillo hacia mí. –Buen día Don Migue, ¿Cómo está? –Bien, todo lindo -¿Y ustedes? – Bien también, estoy terminando los últimos cuadros para la exposición. (Andrés es artista plástico) ¿Vendrá a verla? -me pregunta – pues claro, que no te quepa duda- ¿Es en Palermo verdad? Si, si me contesta, mientras apresura sus pasos con una de sus obras envuelta. – Un taxi le espera. - Hasta luego. –Chau, Andrés.
Amigo visitante, hace meses que no escribo, estoy en precalentamiento, algo mejor vendrá más adelante.

lunes, 20 de junio de 2011

¿Por qué entristeció el rabino?


Cierto rabino era adorado por su comunidad; a todos les encantaba lo que decía. Menos a Isaac, que no perdía ninguna oportunidad de contradecir las interpretaciones del rabino, y resaltar los puntos débiles de sus enseñanzas.

A los demás les irritaba la actitud de Isaac, pero no podían hacer nada. Un día, Isaac murió. Durante el entierro, la comunidad se dio cuenta de que el rabino estaba profundamente triste.
-¿Por qué tanta tristeza? –le preguntó alguien. – ¡Isaac siempre estaba poniendo en entredicho todo lo que usted decía!

-No estoy triste por mi amigo, que hoy está ya en el cielo, sino por mí mismo, -respondió el maestro.
Mientras todos me reverenciaban, él me desafiaba, y yo me veía obligado a superarme. Ahora que se fue, tengo miedo de dejar de crecer.

(Paulo Coelho)

Es bueno acostumbrarnos a tomar bien, tanto los halagos como las discrepancias, u observaciones provenientes de aquellos críticos constructivos, siendo que de ellas aprendemos y crecemos. Finalmente terminaremos agradeciendo a aquellos que tomamos un poco como maestros. Y aprender,… es bello. ¿No lo crees?

Te saludo, deja tu huella si pasas por aquí.

Volver...

"Vengo viniendo", como decía el Chavo del 8 interpretado por Roberto Bolaños en la serie humorística mexicana.

Disculpa amiga, amigo bloggero por tan prolongada ausencia sin aviso. Cuando comenzaba a aprender uno poco de todos ustedes, unos problemitas de salud me hicieron abandonar mi nave espacial.

Vuelvo despacio, a continuación edito un post que nos es de mi autoría. Extrañé la calidez del comentario de ustedes, así como la de visitar y leer sus blogs. Tiempo al tiempo, veremos que pasa, el deseo de volver está.

Te saludo, nos vemos en siguiente si gustas...¿Si?