martes, 28 de mayo de 2013

Servicios con amor.

Me encontraba sentado en un banco de una plaza cercana, esperaba a un amigo. A cincuenta metros, se hallaba una parada de transportes colectivos, era mediodía y el movimiento era incesante. Veo pasar frente a mí, a una mujer vestida con equipo de gimnasia, empuja un sillón de ruedas llevando a un niño de unos diez años. El niño me sonríe al pasar, le respondo con un gesto afectivo. Se dirigen a la parada, cuando ve aproximar al que espera, le hace una seña para que se detenga. El chófer detiene el ómnibus, abre la puerta trasera, baja una rampa, toma el sillón de ruedas por adelante, ayudando a subirlo. Una vez arriba la mujer y el niño, cierra las puertas y continúa su recorrido. Observar todo el movimiento me hizo feliz, la solidaridad, las buenas acciones, siempre nos alientan para pensar que un mundo mejor es posible.  

Hay muchos y muchas buenas samaritanas, que ayudan a los más frágiles… 

domingo, 19 de mayo de 2013

EL HOMBRE FEO Y EL LINDO...


Pilar salió de su casa diez minutos tarde, con su trajecito gris perla de pollera corta, y el cabello aún húmedo. En sus zapatos de plataforma, apuró los pasos para llegar a la parada del transporte colectivo. Eran las 6 de la mañana en punto, el lugar estaba desierto, se le había ido el de menos diez. Se preocupó por estar sola, estaba oscuro, solo la luz de la calle iluminaba el lugar. Se dirigía a su trabajo de programadora en el centro, cuando salía de allí se corría hasta la facultad de ciencias económicas. Con 22 años cursaba el tercer año, no le importaba ir despacio con la Facu ya que necesita trabajar. Vio acercarse a un hombre de espaldas anchas, estatura mediana, vestido con ropas humildes. Cuando lo tuvo cerca vio su rostro de piel obscura, con una cicatriz en el pómulo derecho. Tendría unos cuarenta y tantos años. Sintió miedo, y se separó dos metros de él, es que ocurrían tantas cosas terribles.  El hombre mantuvo la distancia, mirando cada tanto si venía el colectivo. Pilar observó que un joven se arrimaba a la parada, iba bien vestido y era buen mozo, su presencia le dio más tranquilidad. De pronto el joven se acerca a ella, la tapa con su figura de la vista del hombre, le arrima una navaja a la cara pidiéndole su cartera, celular, y dinero. Le dijo – calladita o te corto la cara. Aterrada le estaba entregando lo que pedía, cuando una mano toma la del joven y la retuerce hasta que la navaja cae al piso junto con él. El hombre moreno le dice, vete de aquí y no vuelva porqué te desfiguro la cara a golpes. ¡Búscate un trabajo atorrante! Su mirada echaba fuego, y su mano tenía una fuerza descomunal. El joven dejó la navaja en el piso y echó a correr. Pilar dejó caer unas lágrimas por la tensión sufrida. ¡Gracias! ¡gracias! espetaba,- pensar que yo le tenía miedo a usted, le dijo al hombre. - Mira Niña, soy albañil, tengo brazos y manos fuertes, pero vivo de mi trabajo. No pude evitar meterme. Ten cuidado, detrás de rostros amigables puede haber monstruos horribles, y detrás de rostros poco agradables, personas nobles. Acuérdate siempre. 
El colectivo venía, los dos subieron y tomaron asientos separados, Mariana no pudo reprimir el impulso y le dio un beso en la mejilla al desconocido que la había ayudado. El hombre sonrió y se acomodó en el asiento, bajando la cabeza para descansar durante el viaje.  

Toma tu tiempo para conocer en quien depositas tu confianza, o eliges para acompañarte en la vida. No se puede vivir desconfiando, pero es bueno estar alerta a los detalles antes de que sea tarde.  

Agradezco tu visita y comentario, son los combustibles de este rincón.

miércoles, 8 de mayo de 2013

PELIGRO...¡Bebés en movimiento!



Manuel con Silvina su mujer  y sus dos hijos, Mariana de siete años y Sofía de dos, llegaron a la casa de sus padres. Sus hermanos Joaquín y Pedro ya habían llegado con sus esposas y niños también. Luego de abrazos y besos se abocaron a los preparativos del almuerzo que estaban por compartir. Mientras se preparaban las ensaladas  y las tartas, conversaban animadamente de las novedades en sus vidas, pasando por temas económicos y políticos del país. El patio era grande y los niños le ponían su algarabía repartida entre su juego con  la pelota y los patines y las canicas. Eran siete niños de edades escalonadas, en un instante Silvina, los mira advirtiendo que no estaba Sofía. ¿No vieron a Sofía? pregunta en voz alta. -  Joaquín, mira dentro de la casa y no la encuentra, dando aviso hacia el patio. Silvina mira hacia la puerta que comunica el patio con el parque trasero arbolado, se angustia al ver que estaba abierta. ¿La piscina está llena? -  pregunta. Los ojos de su suegro le indican que no. Echa a correr, pasa la reja viendo que a su vez  la reja de la piscina también tenía la puerta abierta. Pega un grito desesperado ¡¡Manuel! ¡¡Manuel!  Cuando ella llega al borde, cae de rodillas en llanto al ver a Sofía en el fondo del agua, en ese instante Manuel pasa a su lado saltando a la piscina, toma el cuerpo de la niña y la sube al exterior. Pedro ya estaba en el lugar y comienza a hacerle la respiración artificial, ¡que venga María! –dice, María su esposa es enfermera, ella lo reemplaza mientras Joaquín llama a una ambulancia. Luego de un minuto que pareció un siglo la pequeña larga agua por la boca y comienza a toser. Todos respiran aliviados, la tragedia había rondado la casa ese día. La piscina tenía poco agua pero suficiente para una bebé de dos años, que puede caer y no incorporarse. Manuel y Silvina llevaron a Sofía a un sanatorio cercano para su control. El médico la  encontró bien, pidiéndoles que la trajeran para control al día siguiente.  De vuelta en la casa de sus padres, los abuelos se sentían culpables por no haber cerrado la puerta. Manuel les dijo que él debería haber revisado el lugar antes de dejar libre de moverse al bebé.

Los accidentes domésticos son una importante causa de muerte en bebés, así como de  otras consecuencias graves en su salud. No se les debe perder de vista y menos cuando están silenciosos. (No durmiendo, claro) Aquí hubo una segunda oportunidad... a veces no...

Te saludo amigo visitante, gracias por tu visita y comentario.