El niño tiene nueve años, me contó que su madre le da dinero
si sale bien en los exámenes de la escuela, que con su hermano pasa lo mismo.
¿Y si no apruebas que ocurre? – pregunté. No me deja jugar en la Play – respondió. Son niños
que no les falta nada, calzado, ropa, mochilas todo de marca. Me quedé
pensando, a mi hija no había ni que decirle que estudie, se hacía
responsable, iba a la escuela aunque
caiga lluvia o granizo. Llegó a ir hasta un día de paro de maestros, y ellos la
mandaron de vuelta a casa, le decían La Sarmiento por el gran maestro Sanjuanino. Así,
más tarde estudió y se recibió en la Universidad mientras
trabajaba. Cuando yo estudié en el secundario, tendrían que haberme obligado
para que no estudie. También me recibí de químico mientras trabajaba en un
laboratorio medicinal.
Las madres que trabajan sienten a veces sentimientos de
culpa por no estar con sus hijos, tal vez sea ese el motivo de que los premien
con dinero para que lo hagan. Si bien el dinero, saben en que lo gastan, en
general es para otros juegos en la Play. En fin, no quiero
ser tan analítico, otras madres están en su casa y también los premian con
dinero. La toma de conciencia de la importancia del conocimiento y el interés
por la lectura, no está en todos de
igual manera. Finalmente lo importante es que estudien para tener un mañana
mejor, preparados para alternativas en un mundo cambiante en el que el trabajo
puede caerse en cualquier momento. A los hijos hay que darle raíces y alas para
volar. Que ellos decidan que quieren estudiar, pero que lo hagan es lo que
vale. Un universitario puede barrer, pero uno que solo sabe barrer no puede
cubrir un sin fin de cargos. Es un ejemplo, gente hábil para el comercio, le va
bien sin haber estudiado más del primario, ser trabajador les basta.
Te saludo amigo visitante, deja tu comentario si gustas.
Disculpa si visito poco, estoy arreglando unos problemas de salud,
seguramente todo saldrá bien.