domingo, 25 de enero de 2015

Huir o pelear...that is the question.


Subió  las escaleras y  llegó al andén, corrió alcanzando  el tren en momentos  en que partía. Eran  las dos de la madrugada del domingo, casi todos los vagones estaban desiertos, terminó sentándose en uno en el que era el único pasajero. Marcos  se acomodó en el asiento, cerró los ojos, le esperaba una hora de viaje hasta su casa. Escuchaba cuando el tren se detenía  en las estaciones y ni abría los ojos, hasta que paró en una, sintió que alguien había subido, miro y vio que era una joven muy bonita que lo miró brevemente sentándose varios asientos adelante suyo. El viaje continuó, el vaivén del tren lo adormecía, venía de una despedida de soltero y había bebido y bailado bastante. En una nueva parada escuchó voces, entre abrió los ojos…. dos hombres robustos subieron, le parecieron dos gorilas, uno era pelado y el otro tenía una melena que le caía hasta los hombros. Entre risas se sentaron, uno  al lado de la chica y el otro enfrente. Escuchó que uno le decía “Nena estás a punto de caramelo” `poniéndole la mano en el hombro. La joven intentó ponerse de pie, el pelado con un gruñido la tiró de vuelta a su asiento.  Ella dio vuelta su cabeza mirando hacia Marcos, en  su mirada había terror y una súplica. El melenudo le gritó a Marcos ¡Ey Flaco! vete ya de este vagón, no queremos verte.
El se puso de pié, echó mano a algo que llevaba en la cintura y caminó hacia adelante, al pasar junto a ellos vio que el pelado le estaba metiendo la mano por debajo de la falda a la mujer. 

No alcanzó a pasarlos un metro y se dio vuelta velozmente revoleando una cachiporra con una bola de acero en la punta que dio en la sien del pelado. Éste aulló de dolor, el otro se puso de pié y le tiró un golpe que alcanzó a esquivar, no le pegó en el rostro pero si en el hombro y le hizo trastabillar. Enseguida se enderezó y le revoleó la cachiporra al otro, dándole de lleno entre la nariz y la boca. Comenzó a sangrar mientras caía nuevamente sentado y pudo haber perdido algún diente. Marcos siguió revoleando, les dio en los pómulos de la cara y en las rodillas para que no pudieran caminar. Los gritos de dolor y los insultos brotaban de las bocas de los cobardes que querían abusar de la mujer. Le tomó la mano a la joven y se la llevó prestamente del lugar, desde el siguiente vagón bajaron en la primer estación en que se detuvo el tren. Corrieron por el andén, descendiendo hacia la calle.

Recostados sobre una pared se dieron un respiro. Me llamo Marcos ¿y tú? Inquirió él. Carmen, respondió ella que temblaba como una hoja y se largó en llanto. El la arrimó contra su pecho y la contuvo unos minutos. Mira, le dijo, ya pasó todo, pero nunca salgas sola tan tarde, no subas a un vagón desierto, si se vacía te cambias a otro que tenga más gente. Pareces mi padre replicó ella entre lágrimas,  yo estaba cuidando a mi abuela y se me hizo muy tarde, pero  ¡¡Nunca más!! Tampoco te bajes nunca en esta estación porque estas bestias nos pueden buscar por aquí. ¿Dónde vives? Preguntó Marcos. Siguiendo paralelo a las vías unas diez calles…respondió. Pues caminemos. Fueron hablando de sus vidas durante el camino, el tenía 35 años, era músico y ella 39 era bióloga, sin pareja actual ambos. 

Llegaron a una bonita casa con jardín. Aquí vivo dijo ella,  entonces me despido afirmó él. No, no, es tardísimo, mejor quédate, tengo una  cama grande  para ti, la utilizan mis padres cuando me visitan,  mañana saldrás desde aquí a tus actividades. Voy a aceptar porque me duele mucho el hombro, respondió él. Una vez en el interior ella le pidió que se quite la camisa para ver el estado del hombro…¡Hum! No me gusta nada. Ve al baño te pegas una ducha y luego te aplico una crema analgésica, le alcanzó un pijama de su padre, te lo pones luego de ducharte. Marcos accedió a todo lo que ella le decía. Luego,  mientras le ponía  crema y una gasa en el hombro le repetía ¡Gracias! ¡Gracias! De no ser por ti…. No tienes que agradecer era mi obligación…. Y  ahora ya me voy a mi cama, estoy rendido. Ella entró  a ducharse, quería lavar la presencia de esos hombres de su cuerpo. Cuando terminó se calzo un pijama rosa  y se fue a su cuarto a descansar. Paso una hora y Carmen no podía pegar un ojo  de sobresaltada que estaba, imaginaba que esos hombres brutales, abusadores,
ingresaban a la habitación. Finalmente pensó que no dormiría nada, se levantó, acercándose  a la cama de Marcos, le dio un beso en la mejilla  y se acostó junto a él pasando su brazo por encima de su espalda.Cerró los ojo y le pareció ver fuegos artificiales como cuando era niña, se sintió protegida, en unos minutos más se durmió......

martes, 13 de enero de 2015

Una segunda oportunidad.


Marcos estaba en la parada del bus, tres mujeres aguardaban, llego una tercera muy atractiva, con cabello rubio que se veía natural, pantalones y blusa negra con escote moderado pero interesante. Llevaba anteojos de sol que no le dejaba ver sus ojos, él los imaginaba hermosos. Al llegar el bus, subieron las tres mujeres, la joven rubia preguntó al chófer  ¿Me deja en Beguerestain? El chofer no respondió, volvió a repetir la pregunta no obteniendo respuesta. Si…. te deja en Beguerestain y Mitre le dijo Pablo. Gracias, replicó ella y subió. Se dirigió al fondo quedando de pié. Marcos se quedó un instante adelante para luego correrse al fondo, parándose a su lado. Ella giró el rostro preguntándole ¿A qué altura de Mitre está Beguerestain? Al 1800 respondió él, a la altura de la telefónica. Si, si, allí voy por un trámite, mi teléfono esta sin tono hace días y me cobran Internet siendo que le di de baja. Estoy cansado de reclamar telefónicamente por otra línea –afirmó. ¿Traes el reclamo por escrito? Inquirió él. No, respondió ella. Debes hacerlo, sino será lo mismo que la nada, le dijo pablo. Si quieres me bajo contigo y un momento hacemos la nota escrita. ¿Harías eso por mí? Preguntó. Si, lo haré, tengo tiempo, bajemos en la próxima que ya llegamos.

Se bajaron juntos, en una librería cercana compró unas hojas… Ahora que te parece si vamos a ese café y me pasas los datos, yo redacto el reclamo mientras tomamos algo. Luego de sentarse a una de las mesas, ella se quitó los anteojos y mostró sus ojos celestes. Disculpa, tienes unos ojos preciosos ¿Serás descendiente de alemanes? Has acertado afirmó ella, mis abuelos eran alemanes, tuve la suerte de heredar su color de ojos. Mientras Marcos llenaba la nota de reclamo, intercambiaban datos de sus vidas. Ella tenía 37 años y él 49, ambos no estaban en pareja en ese momento. Pasó una hora, él termino la nota citando que si en 72 horas no le resolvían el problema, reclamaría ante Defensa del consumidor y el Ente Regulador de Energía.  La acompañó hasta presentar la nota, la empleada que la recibió se mostró un tanto reticente en recibirla, pero finalmente se quedó con el original y le puso el sello de recibida a la copia que quedó en manos de la joven.
Salieron juntos, contentos de haber hecho una buena gestión. En la vereda ella le dijo, no sé como agradecerte…Él contestó, tu sonrisa es mi premio. Ella lo miró, eres un dulce, y alzándose un poco de pies le dio un beso en la mejilla. Pablo sintió que se mareaba ¿Qué tal si nos volvemos a ver el viernes a las 20 hs en Burbujas? Preguntó la joven. Me parece una idea magnífica – afirmó él. A la vez que le devolvía un beso en la mejilla, ahora un tanto más atrevido. Burbujas era un restaurante con cena show y bailable. 

Se separaron, el se dirigió a la parada del bus, estaba llevando una vida gris desde su separación, tres años atrás. Esta joven había puesto color y luz en su vida, esperaría con ansias la próxima cita. Tal vez esta era una segunda oportunidad que se le había dado sin buscarla.
Cuando llegó el viernes se enteró entre otras cosas que todos los problemas con telefónica  habían sido resueltos. Por otra parte ella vino a la cita con un vestido infartante que hacía lucir el encanto de su figura.  Cada uno de ellos venía con sueños…¡¡seguramente se cumplirían!!


Te saludo amigo visitante, deja tu comentario si gustas….       

sábado, 3 de enero de 2015

El buen sentido de humor ayuda a vivir


Es, el que desde nuestra alma, nos dice con alegría se feliz hoy. -Y… ¡mañana también!

Si sale el sol, espléndido, si llueve es más romántico, si hace frío esta noche cucharita o… ¡abrazando el osito de peluche!

Si las cosas no van bien si hay problemas, bueno… con calma los resolveremos ¡tomándolos de uno a la vez!

Si el trabajo que tenemos no nos gusta ¡encontrémosle la vuelta! Si hay poca plata, o trabajo ¡también!

Si somos más bien de tendencia triste, o negativa, porque ¡no nacemos de nuevo! -Con sentido de humor, lo complicado se… ¡¡des complica!!

Si estamos aburridos juguemos a las bolitas (canicas) a la mancha o a la escondida.

Las crisis son para crecer, sino todo sería fácil. -Pensemos que estamos vivos, adquiriendo experiencia, así crecemos. -No perdamos tiempo en quejas ni críticas a otros.

Trabajemos en nosotros mismos, viendo si necesitamos cambiar en algo. -Recuperando el buen humor, ayudando a otros que nos necesiten. ¿Te parece?



Te saludo amigo visitante, deja tu comentario si gustas...¡¡mientras no me tires tomates!!Esta reflexión la había escrito hace tiempo pero siempre es bueno reflotarla por los lectores nuevos. Abrazos!!