domingo, 26 de abril de 2015

PASIÓN EN EL MAR...

Martin llegó a ese balneario de la costa atlántica escapando del ritmo  frenético de la gran ciudad. Descendió del Micro de larga distancia en la terminal, allí le entregaron su maleta. Con ella se acercó a una parada de taxis. Allí tomó uno que lo hizo llegar hasta el apartamento que le había prestado Juan, un amigo de años. Llegaba cansado, bastante estresado y un tanto melancólico, esto debido a la ruptura de su relación con Laura un año atrás. Un día ella se le plantó y le dijo ¡Esto no va más! Y partió, aparentemente enamorada de un músico con buen dinero. Llegó al apartamento que quedaba a una cuadra del mar. Tenía dos plantas con seis apartamentos arriba y seis abajo. Cruzó la puerta del vestíbulo, accediendo a la escalera, delante de él subía una joven con un short corto de jean, con flecos finitos, llevaba un Top que dejaba a la vista su cintura. Mientras subía, Martin no pudo dejar de mirar ese trasero tan bonito, y sin pensar en nada…sonrió.
Al llegar arriba caminaron por el pasillo,  ella se da vuelta, luego de una rápida mirada escrutadora…pregunta. _ ¿Estás arribando? Si, voy al Apartamento seis. – Ah Mira! yo estoy en el siete - ¿Estás sola? – Si, llegué hace dos días,  espetó ella. Extendiéndole la mano  le dice, me llamo Verónica… ¡bienvenido! Con una sonrisa que al él le pareció un sol. – Yo,  Martín, replicó mientras apretaba su mano con la suya. Se miraron dos segundos con esa mirada que todo lo ve, hasta el alma del otro. Luego de unas buenas noches, cada uno ingresó a su lugar. Eran las  22 horas de un viernes de otoño, la noche estaba raramente muy calurosa.

 Martin apoyó su maleta sobre la cama, se quitó la ropa, quedando descalzo y en eslip. Ordenado como era, sacó todo lo de la maleta, acomodando cada cosa en su lugar. De las etiquetas pegadas en la heladera, llamó a un restaurante cercano pidiendo su cena, acompañada por un vino Malbec y  un poste helado. Mientras aguardaba la entrega, se colocó el saco del pijama saliendo al balcón. El ruido del mar le transmitía calma y energía a la vez. Se encontraba apoyado en la baranda, cuando Verónica asomó en el balcón vecino. Una camisa de seda transparente cubría su pecho, la poca luz no le permitió ver si tenía corpiño o era color carne. ¿Qué haces? – inquirió ella. Aguardando mi cena – Respondió él. La noche no está para acostarse temprano ¿No quiere caminar por la playa luego? – Me gusta la idea, replicó Martin, en cuanto me libero golpeo a tu puerta ¿Si? – Te espero, dijo ella, con un sugestivo…. ¡No tardes! Martin sintió que estaba saliendo de su letargo, entró al baño y se dio una ducha rápida, el espejo reflejaba el ancho de su espalda y sus musculosos brazos, producto del gimnasio y torneos de natación. Al salir, se enfundó una bermuda gris ceniza y una remera azul mediterráneo.
 Al toque llamaron a su puerta, era el delibery, le dio una propina al chico  y en instantes se hallaba cenando. Minutos más tarde, luego de ponerse su perfume “matador”, golpeó en la puerta siete…Toc…Toc…al abrir la puerta Veronica se le presento con un minishort blanco que dejaba a la vista unas piernas esculturales, largas y bronceadas. Llevaba un moderado escote bajo una camisa transparente. ¡Te ves muy bien – Espetó Martin. Tú también replico ella. Juntos caminaron hasta la playa dejando atrás los altos médanos de arena. 

 La luna tacaña permitía ver los cuerpos pero no los rostros con nitidez. Martin se quitó las zapatillas diciendo que quería sentir la arena bajo sus pies, ella hizo lo mismo. Caminaban conversando durante todo el camino. Ella preguntó ¿Qué edad tienes? 47 dijo él. Yo 25 replicó ella, pero a ti no te daba más de 35….Jajaja Gracias, me halagas. Y así seguían caminando a orillas del mar que en su ir y venir mojaba hasta sus tobillos. Él le contaba anécdotas que la hacían reír, gustándole su risa que brotaba a borbotones. De pronto Verónica se detiene, levanta su blusa y le pide que le desbroche el corpiño. Eh! Eeee! ¿Te lo quieres quitar.? .- Si, es un lugar desierto, me gustaría sentir la brisa en mi pecho ya que no tengo muchas oportunidades de hacerlo. Martin con manos nerviosas lo hizo. Ella se dio media vuelta y mirándolo de frente preguntó  ¿Me veo bien?- Bueno, supongo que si, pero casi no veo nada en esta oscuridad afirmó él. – Pues toca hombre, a ver qué te parece, él dudó. – Anda, dale… insistió Verónica. Martin tocó, encontrando unos pechos firmes, bien parados y no muy grandes. – Niña, puedes estar orgullosa de lo que tienes, comentó,  y tras decirlo, la tomó de la cintura arrimándola a su cuerpo. – Oye. Ey! Ey! Para, para!! Que recién te conozco, te permití tocarme porque eres un hombre maduro, no como esos jóvenes bobos y apurados que conozco.  ´Disculpa, me dejé llevar, no volverá a ocurrir. Puedes estar tranquila conmigo, no haré nada que tú no quieras.

 Siguieron caminando en silencio, a unos cien metros se veían las luces de un bar. Ella le pidió que le abroche nuevamente el corpiño, al llegar decidieron tomar una sidra helada. La una de la madrugada los encontró en el camino de regreso. Cuando estaban llegando ella lo tomó de la mano. Él no hizo comentario alguno. Luego de subir y caminar por el pasillo se detuvieron frente a la puerta siete. El soltó su mano diciendo, he pasado una noche muy feliz contigo, ni soñaba con esto. Buenas noches, ¡que descanses!…Ella lo tomó del cinturón pegándolo a su cuerpo, alzándose en puntas de pié lo besó. El no perdió tiempo ahondando su beso en esa boca de fresa y miel. Luego de abrir su puerta ella preguntó. ¿Quieres entrar? Martin la levantó como a una pluma en sus brazos, entraron riéndose como las almas felices que eran. Seguramente como tormenta de mar, entraría en las playas ardientes de ella. Pero lo dejo en la imaginación de los amigos lectores…yo no lo describo, haber si me censuran jajaja.

Luego de pasar unos días en el mar, escribí varias historias, las iré editando de a una por semana. Las musas me acompañaron, siempre hay algo de realidad y otra parte de ficción  en las historias, pero es difícil saber la verdad.

Te saludo amigo visitante!!

lunes, 13 de abril de 2015

Volver......



Queridos amigos, agradezco su preocupación e interés por mi. 

Estoy 9 puntos,... me llevó mucho tiempo ir y volver de las
"Cruzadas" `pero he salido airoso de muchas batallas. Pronto las
musas me atraparán y seguro que algo interesante saldrá. Vuelvo
con más experiencia, la vida es un largo camino que recorremos, y
en el transcurso suceden muchas cosas que implican decisiones y actitudes a tomar.

A veces son difíciles, pero la razón y el corazón nos guían, a veces  no son las más deseadas pero sí, las más conveniente. A propósito de las piernas¡¡¡ bien!!! he encontrado un mago que me dejó cero kilómetro jajaja. Pronto recomenzaré la natación, que solía ir los inviernos de aquí.... 

Las letras me salieron despatarradas, pero es tarde, bajo la persiana y edito...hoy salió así.......


Te saludo visitante.....Abrazos!!