SUEÑOS DE AMORES
Moría por verla pasar,
pollerita corta, tacos rojos altos
Todos los días la veía contonearse en su andar desde la ventana del bar.
Soñaba con ese cabello negro lacio que caía por sus hombros.
Esa boca de fresa y miel que deseaba beber como
néctar de flor.
Un día desde la vereda le dice al pasar… ¡los
ángeles deben estar acompañados!
Ella se da vuelta, lo mira hasta la profundidad de
su alma.
Finalmente sonríe murmurando… ¡Tal vez!
Él avanza unos pasos poniéndose a la par de ella.
Comienza a hablarle, así caminan unas calles.
De pronto ella le toma de la mano.
Él sonríe, el sol brilla más, sus sueños se está
haciendo realidad.
Te saludo visitante, asuntos internos y mucho trabajo me alejan del blog, es cuestión de tiempo...