lunes, 14 de marzo de 2016

Sombras....¿Joven en peligro?

Envuelta en su bata blanca ingresó al baño, aunque era invierno la calefacción creaba un clima agradable.  Cerró la puerta tras de si, comenzando a quitarse lo poco puesto. Bata, corpiño, y su mini bombacha negra, se recogió el cabello que llevaba lacio y suelto. Luego se miró al espejo y sonrió al verse - ¡¡Paula que bien que te ves!! – se dijo para si, riendo de sus ocurrencias. Estaba feliz con sus pechos firmes, que no eran de los más grandes pero conquistaban.  Corrió  la cortina, traspuso el escalón ubicándose  bajo la ducha. Abrió el grifo, la lluvia caliente comenzó a acariciar su cuerpo. La cortina había quedado en parte sin cerrar, por un costado ingresaba el haz de luz que proyectaba su sombra en la pared de azulejos… siguiendo sus movimientos. Pasaron veinte minutos, se hallaba con  los ojos cerrados apuntando el rostro a la lluvia, a tientas busco el grifo cerrándolo. 
Abrió los ojos, cuando iba a darse vuelta, vio una sombra al lado de la suya en la pared, perpleja se sobresaltó, la visión fue fugaz  desapareciendo  de inmediato.  Aún atónita preguntó, Nico – ¿Eres tú? ¿Estás allí? No hubo respuesta, descorrió la cortina, no había nadie del otro lado. Tomó la toalla  y se secó, para colocarse la ropa íntima de cambio y nuevamente la bata. 
Llevaba un año viviendo sola, a los veinte y cinco se había mudado, independizándose de sus padres, su novio Nicolás pasaba algunas noches con ella así como los fines de semana. Pero siempre le avisaba cuando iba a llegar. Era una joven valiente, pero con lo que sucedía en el mundo exterior quedó preocupada. Abrió la puerta con precaución, atisbando que el living esta desierto, verificó que la puerta de entrada al departamento estuviera cerrada con llave, luego le agregó el cerrojo corredizo. Desde la cocina, llamó desde su celular a Nico, no quería preocupar a sus padres. Le contó sobre lo que le había pasado, él le trasmitió calma, - si no has encontrado nada, será fruto de tu cansancio – Afirmó. Estoy estudiando pero si quieres salgo ahora para allá o me llamas… como gustes – Terminó diciendo. - Gracias mi amor, cualquier cosa que vuelva a asustarme te llamo jajaja. Besitos para ti, nos vemos pronto – Replicó ella.    En la cocina tomó una barra de chocolate llevándola hasta su dormitorio, también aquí cerró la puerta con llave luego de ingresar, hecho que no acostumbraba. Esa noche dormiría con la luz del velador prendida,... luego de acostarse en su cama  se cubrió con una manta, tratando de relajarse y esperando que Morfeo la tome en sus brazos. En el living había quedado una luz tenue prendida. Sobre la puerta del dormitorio de Paula se dibujó una sombra que permaneció allí…como amenazante.

Esta historia se detiene aquí. ¿Qué le habrá sucedido a Paula? Vamos a pensar que fue algo extraño que no tuvo explicación y no se volvió a repetir en días siguientes. 
Agradezco tu visita y te saludo visitante!!

domingo, 6 de marzo de 2016

¡¡HABRÁ POESÍA!!

No digáis que, agotado su tesoro, 
de asuntos falta, enmudeció la lira; 
podrá no haber poetas; pero siempre 
habrá poesía. 

Mientras las ondas de la luz al beso 
palpiten encendidas, 
mientras el sol las desgarradas nubes 
de fuego y oro vista, 
mientras el aire en su regazo lleve 
perfumes y armonías, 
mientras haya en el mundo primavera, 
¡habrá poesía! 

Mientras la ciencia a descubrir no alcance 
las fuentes de la vida, 
y en el mar o en el cielo haya un abismo 
que al cálculo resista, 
mientras la humanidad siempre avanzando 
no sepa a dó camina, 
mientras haya un misterio para el hombre, 
¡habrá poesía! 

Mientras se sienta que se ríe el alma, 
sin que los labios rían; 
mientras se llore, sin que el llanto acuda 
a nublar la pupila; 
mientras el corazón y la cabeza 
batallando prosigan, 
mientras haya esperanzas y recuerdos, 
¡habrá poesía! 

Mientras haya unos ojos que reflejen 
los ojos que los miran, 
mientras responda el labio suspirando 
al labio que suspira, 
mientras sentirse puedan en un beso 
dos almas confundidas, 
mientras exista una mujer hermosa, 
¡habrá poesía!


Rima de Gustavo Adolfo Bécquer