viernes, 25 de mayo de 2012

Ella salió con la suya.




Decidió detener su caminata por el parque, no tenía apuro en ese día de abril, un banco de madera color cedro parecía invitarlo a descansar. Se sentó extendiendo sus brazos a lo largo del respaldo. Cerró los ojos un par de minutos relajándose, cuando volvió a abrirlos se encontró con que una bella mujer se había detenido casi frente a él, le observaba con una sonrisa que le pareció un sol de primavera.
Disculpa, me encanta tu sonrisa pero … ¿A qué se debe? – Inquirió
Es que estoy mirando si estás embarazado –Contestó ella riendo.
¡Embarazado! ¿A qué te refieres? Volvió a preguntar él mientras ponía de pie su metro ochenta de estatura.
Ven hacia aquí y mira el cartel colgante a la derecha del banco. –Replicó ella.


Él así lo hizo …con un gesto de sorpresa y una sonrisa leyó: ¡Reservado para mamás! Jajajaja se echó a reír con una risa que a ella le agradó mucho.
Razón tienes, no había visto el cartel, te diré que me gustan los niños pero no pienso dar a luz  yo mismo. Y tú … ¿tienes niños? – Preguntó.
Toco madera,  – replicó ella,  aún no ha llegado el momento, pero más adelante vendrán sin duda. Bueno, te dejo, tan solo te vi y se me ocurrió bromear contigo. Adiós…
- Aguarda, también voy para allá ¿Te molesta si te acompaño?
- No, el parque es libre para caminar, hazlo si quieres.
- Me parece que al menos deberíamos conocer nuestros nombres, soy Jean ¿Puedes decirme el tuyo? - El mío es Sarah, pero no acostumbro a darlo a desconocidos.


- Pues mira, mientras caminamos te hablaré de mí, así me conoces más. –Respondió Jean. Así lentamente, caminando, conversando y riendo llegaron a la salida del parque. En ese momento sonó el celular de él. Hola… si…   ¿Qué dices? estoy en el parque Las Heras… ¿Tiene que ser ahora? ...Bien,  en quince minutos estoy allí. Guardó su celular con gesto de preocupación. Luego miró los ojos negros de Sarah que le transmitían un …no sabía que, pero eran demasiado atractivos. Disculpa, tengo que irme urgente por trabajo, pero no me dejes ir sin  tu  número de celular ¿Si? Ella se lo pasó diciendo, no te hagas esperanzas, solo somos conocidos que pueden llegar a amigos.
- El tiempo dirá, contestó él mientras esbozando una sonrisa le dio  la mano,  reteniendo la suya unos segundos más de  lo necesario y despidiéndose.
- Por su parte Sarah, continuó su camino con una sonrisa pícara. ¡Lo conseguí, lo conseguí!  Es un dulce, se decía para si, hace tiempo que lo miro y sueño con él, hoy avancé  y fue mi gran día ¡¡Iupiiii!! - Tengo una cita en puerta, ¡Bien por mí! Se lo contaré a mis amigas …

domingo, 13 de mayo de 2012

El dinero fácil les fue trampa.


Hace unas décadas atrás compré un lote de terreno, allí, lleno de alegría y energía  comenzaría a edificar mi casa. Fue una grata sorpresa encontrar que mi nuevo vecino era conocido, tiempo atrás habíamos trabajado en una empresa en la que permanecí solo un año. Él junto a su esposa, nos brindó amablemente toda la colaboración necesaria para facilitar la puesta en marcha de la obra, particularmente recibiendo a mi mujer  y nuestra  beba de tres  meses durante los fines de semana, que era cuando yo construía. Al cabo de un año terminé mi casa, aunque ya hacia cuatro meses que la ocupábamos.
Ellos vivían en una casa muy humilde, pero les llegó la oportunidad,  pasando a comprar una nueva a una calle de la nuestra, nos alegró su progreso. Seis meses más tarde me entero que la habían vendido, habiéndose mudado.

Muy sorprendido pregunté, enterándome que los Bancos estaban dando una tasa de interés imposible de creer, rondaba el ¡¡¡¡¡30% mensual!!!! Este matrimonio se entusiasmó, vendió su casa aceleradamente a menor valor del real, para poner el dinero en intereses. Se veían cobrando por mes más de lo que ganaban  por año de trabajo, mientras, pasaron a alquilar en otro lugar. Me pareció totalmente irrazonable lo que estaba sucediendo. Los hechos me dieron la razón, no pasaron tres meses  en que  las tasas bajaron al 3%, el costo de las propiedades se triplicó, quedando esta familia sin casa y viviendo los siguientes años alquilando en un barrio muy pobre. No volviendo a tener la oportunidad de su casa propia por años.  

Los Bancos son empresas que trabajan para ganar dinero, no hacen beneficencia. Esto nos recuerda el dicho “No todo lo que brilla es oro” y “Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía” Se me ocurrió contarte esta anécdota del pasado, aunque hay muchas más en las que la gente pierde sus ahorros por ingenuidad, falta de experiencia, exceso de confianza o avidez. Dejo aparte los casos en los que las políticas económicas cambiantes los llevaron a la ruina, con pérdida de sus bienes personales.

Te saludo amigo visitante, deja tu comentario si gustas