Envuelta en su bata blanca ingresó al baño, aunque era invierno la calefacción creaba un clima agradable. Cerró la puerta tras de si, comenzando a quitarse lo poco puesto, bata, corpiño, y su mini bombacha negra, se recogió el cabello que llevaba lacio y suelto. Luego se miró al espejo y sonrió, al ver su rostro bronceado, con rasgos delicados y un par de ojos verdes muy atractivos - ¡¡Paula que bien que te ves!! – se dijo para si, riendo de sus ocurrencias. Corrió la cortina, traspuso el escalón ubicándose bajo la ducha. Abrió el grifo, la lluvia caliente comenzó a acariciar su cuerpo. La cortina había quedado en parte sin cerrar, por un costado ingresaba un haz de luz, que proyectaba su sombra sobre la pared de cerámicos grises siguiendo sus movimientos. Pasaron veinte minutos, se hallaba con los ojos cerrados apuntando el rostro a la lluvia, a tientas busco el grifo cerrándolo. Abrió los ojos, cuando iba a darse vuelta, vio una sombra al lado de la suya en la pared, perpleja se sobresaltó,cubrió sus pechos con las manos instintivamente, la visión fue fugaz desapareciendo de inmediato. Aún atónita preguntó, Nico – ¿Eres tú? ¿Estás allí? No hubo respuesta, descorrió la cortina, no había nadie del otro lado. Tomó el toallón y se secó, para luego colocarse la ropa íntima de cambio y nuevamente la bata.
Al día siguiente luego de levantarse Paula desayunó y después partió a su trabajo como todos los días, cuando regresó y durante los días siguientes, nunca volvió a experimentar una situación similar. Decidió guardarlo en su álbum de hechos raros, sin explicación, pero que... buen susto le había dado....
Amigo visitante este relato con pocas variables lo tenía escrito en mi otro blog que cerré hace más de un año, seguramente muchos no lo leyeron, los que si lo hicieron espero les guste volver a hacerlo.Quise dar señales de vida, renegué con la espalda por lo que estuve alejado del mouse, espero pronto retomar escritura y visitas a vuestros blogs.