miércoles, 18 de diciembre de 2013

NOCHE DE MIEDO...

Envuelta en su bata blanca ingresó al baño, aunque era invierno la calefacción creaba un clima agradable.  Cerró la puerta tras de si, comenzando a quitarse lo poco puesto, bata, corpiño, y su mini bombacha negra, se recogió el cabello que llevaba lacio y suelto. Luego se miró al espejo y sonrió, al ver su rostro bronceado, con rasgos delicados y un par de ojos verdes muy atractivos - ¡¡Paula que bien que te ves!! – se dijo para si, riendo de sus ocurrencias. Corrió  la cortina, traspuso el escalón ubicándose  bajo la ducha. Abrió el grifo, la lluvia caliente comenzó a acariciar su cuerpo. La cortina había quedado en parte sin cerrar, por un costado ingresaba un haz de luz, que proyectaba su sombra sobre la pared de cerámicos grises siguiendo sus movimientos. Pasaron veinte minutos, se hallaba con  los ojos cerrados apuntando el rostro a la lluvia, a tientas busco el grifo cerrándolo. Abrió los ojos, cuando iba a darse vuelta, vio una sombra al lado de la suya en la pared, perpleja se sobresaltó,cubrió sus pechos con las manos instintivamente, la visión fue fugaz  desapareciendo  de inmediato.  Aún atónita preguntó, Nico – ¿Eres tú? ¿Estás allí? No hubo respuesta, descorrió la cortina, no había nadie del otro lado. Tomó el toallón  y se secó, para luego colocarse la ropa íntima de cambio y nuevamente la bata. 

Llevaba un año viviendo sola, a los veinte y dos se había mudado, independizándose de sus padres, su novio Nicolás pasaba algunas noches con ella así como los fines de semana. Pero siempre le avisaba cuando iba a llegar. Era una joven valiente, pero con lo que sucedía en el mundo exterior quedó preocupada. Abrió la puerta con precaución, atisbando que el living esta desierto, verificó que la puerta de entrada al departamento estuviera cerrada con llave, igual le agregó el cerrojo corredizo. Desde la cocina, llamó desde su celular a Nico... no quería preocupar a sus padres. Le contó sobre lo que le había pasado, él le trasmitió calma, - si no has encontrado nada, será fruto de tu cansancio – Afirmó. Estoy estudiando pero si quieres salgo ahora para allá o me llamas… como gustes – Terminó diciendo. - Gracias mi amor, cualquier cosa que vuelva a asustarme te llamo jajaja. Besitos para ti, nos vemos pronto – Replicó ella.    En la cocina tomó una barra de chocolate,  con ella en la boca fue hasta su dormitorio, también aquí cerró la puerta con llave luego de ingresar, hecho que no acostumbraba. Esa noche dormiría con la luz del velador prendida,... luego de acostarse en su cama  se cubrió con una manta, tratando de relajarse y esperando que Morfeo la tome en sus brazos. En el living había quedado una luz tenue prendida. Sobre la puerta del dormitorio de Paula se dibujó una sombra que permaneció allí…como amenazante.

Al día siguiente luego de levantarse Paula desayunó y después partió a su trabajo como todos los días, cuando regresó y durante los días siguientes, nunca volvió a experimentar una situación similar. Decidió guardarlo en su álbum de hechos raros, sin explicación, pero que... buen susto le había dado....
Amigo visitante este relato con pocas variables lo tenía escrito en mi otro blog que cerré hace más de un año, seguramente muchos no lo leyeron, los que si lo hicieron espero les guste volver a hacerlo.Quise dar señales de vida, renegué con la espalda por lo que estuve alejado del mouse, espero pronto retomar escritura y visitas a vuestros blogs.