martes, 24 de septiembre de 2019

Fuego pasional.

Dormía  en su casona de Palermo, el calor había sido asfixiante durante el día, un trueno espantoso le hizo dar un brinco en su cama. Lo primero que vio es que ella no estaba a su lado, se encontró transpirado, recordó haberse acostado rendido por lo que se había dormido  de inmediato. Por  el ventanal observó que se había largado a llover, se levantó  desnudo, bajo la llovizna divisó que ella estaba parada sobre el césped con su camisón rojo de fina tela. La prenda se adhería a su cuerpo permitiendo ver sus marcadas y amadas  formas.

Levantaba  los brazos hacia el cielo disfrutando del agua fresca, él salió, acercándose por detrás, la tomó de la cintura pegándose a su espalda. Ella se sobresaltó dando un pequeño grito, enseguida lo reconoció por su virilidad. ¡Me asustaste! Dijo. ¿Cómo me reconociste? Replicó él. Por tu perfume – afirmó ella mientras se echaban a reír como locos. ¿Qué te parece si…? –preguntó él. Sabes que estoy siempre lista contigo – afirmó ella. Él le quito con delicadeza el camisón rojo e hicieron el amor bajo la lluvia, estrenando un lugar nuevo para hacerlo. Empapados, luego de revolcarse por el césped, él la levantó en sus brazos, entrando juntos hasta el baño en el que se dieron una ducha tibia.

 Amor- Preguntó ella, llevamos un año de casados, ¿Seguiremos divirtiéndonos así dentro de unos años?  Por supuesto – afirmó él, no te salvaras de mis travesuras y deseos dijo,  mientras hundía sus labios en la boca de ella…..Vamos a ser viejos un día lejano y te seguiré amando con lo que tenga y  pueda, volvió a afirmar él… Ella gozó con el comentario, disparando una sonrisa que a él… lo provocó nuevamente….

Bueno, cada tanto estoy un poco travieso en mis relatos, espero te hayan gustado las andanzas privadas de esta pareja