martes, 23 de septiembre de 2014

El dolor y la cura de Carmen....

Carmen era una mujer joven, rondaba los 50 años, durante años practicó natación por lo que mantenía un cuerpo estilizado, sin excesos de peso. El dolor de sus rodillas la tenía no obstante preocupada, le dolían tanto de noche que llegaba a angustiarse. El día anterior se había sacado placas radiográficas pero debía esperar 15 días para que las vea el médico. Esa tarde de abril la visitó su hijo Marcos.
– Hola mamá, tengo una buena noticia, me he ganado en el trabajo como premio, una estadía de seis días en un tiempo compartido en Mar del Plata. ¿Porqué no vienes conmigo? E s para una pareja, pero sabes que me he peleado con Marcela. Carmen pensó que sería mejor esperar fuera de su casa que en ella y le contestó que si a su hijo. Así,  al día siguiente salieron, eran 400 km a recorrer, en cinco horas llegaron. Por la ruta Vieron el cartel de ingreso al predio, se desviaron, hicieron un par de kilómetros encontrando el lugar, Marcos aparcó su auto que era un Fiat Modelo 94 impecable, entre suntuosos y modernos vehículos que no bajaban de modelo 2010. Se anunciaron ante la vigilancia del lugar, quienes les dieron paso, avanzaron por un camino bordeado por pinos y parque con césped alrededor. Así llegaron a la recepción, les impresionó un enorme salón, con sillones repartidos para los visitantes, un piso de impecable brillo, hacia la izquierda y derecha con una separación de unos 25 metros dos escaleras que conducían a un entrepiso. La recepcionista les tomó los datos, indicándoles luego como llegar a su apartamento. Caminaron por pasillos bajo una fina llovizna mirando los números de los apartamentos hasta llegar al suyo. Tenía dos dormitorios uno matrimonial y otro con dos camas marineras, una cocina con todos los utencillos y un comedor con gran ventanal que daba al parque arbolado. Acomodaron sus ropas en los placares,  y prontamente fueron a almorzar al restaurante que estaba en el entrepiso del salón de entrada. 

Carmen subió con dificultad la escalera, diciendo que no se esperaba que hubiera que subir para ir al comedor. Si bien era fuera de temporada, había bastante gente en el lugar, fueron estableciendo conversaciones con gente proveniente de distintos lugares del país. Afuera el clima seguía con lluvia y viento, así que socializarse era el mayor entretenimiento. No obstante  Carmen iba todos los días a la pileta climatizada del lugar, también tenía Spa pero no lo utilizó, los anfitriones procuraban hacerles pasar lo mejor posible,  en una sala de cine interno vieron una película que les gustó mucho. Al tercer día Carmen notó que las rodillas no le dolían al subir las escaleras,  así pudo hacer unas caminatas por los alrededores del complejo. El día anterior a la fecha de regreso, papá sol les regaló un día espectacular, el micro del lugar los acercaba hasta el balneario privado que tenían, allí ocuparon una carpa con vista al mar. Por una escalinata descendían hasta la playa, de allí a la zambullida había solo segundos, las bromas con otros matrimonios y personas solas con las que se habían conocido iban y venían. Más tarde hubo juegos muy divertidos en la playa que organizaban las coordinadoras, Marcos se ganó tres premios y Carmen dos. Esa noche de cierre, hubo música y baile en el salón, las mujeres,  más atrevidas que los hombres bailaban casi todas, eran unas diez o 12 y solo dos hombres.  La vitalidad de Carmen era sorprendente. El regreso a Buenos Aires, habiendo intercambiado una serie de móviles con conocidos en el lugar, fue sin problemas. Carmen no fue nunca a ver al médico, seguramente no le habría encontrado nada,  llegó a la conclusión que sus dolores si bien habían sido reales y dolorosos, eran psico somáticos, originados en la mente, por estrés, crisis no resueltas, que repercuten en el cuerpo físico. Estos trastornos somáticos pueden afectar la piel, con manchas,tipo psoriasis, u otras partes del cuerpo, en personas más sensibles que otras. 

Así que, amigo visitante, procura soltar lo que te molesta, cambiar, viajar, etc  porque sino….  por algún lado revienta.