Ni la lluvia, ni el fuerte viento, ni el granizo de madrugada, consiguió quitarla de su lugar. Celosa, cuidaba mis noches y me sonreía por las mañanas.
Le pregunté ¿Porqué estás siempre aquí?
Me gusta velar tu sueño - Respondió.
Porqué el mío? -Pregunté
Porque tu sensibilidad ha llegado a mi corazón - espetó.
Además mañana es tu cumpleaños y quiero ser la primera en saludarte.
Gracias!! eres tan dulce como hermosa - afirmé.
Y así nos despedimos hasta el día siguiente....