lunes, 11 de agosto de 2014

El sobre perdido...

Antonio llevaba casi ocho años trabajando en esa empresa metalúrgica, hacía la gestión externa, pagos, cobranzas, bancos, trámites varios. Ese día de invierno pasó por las oficinas recolectando documentación. Tenía que ir a tres bancos en el micro centro porteño...a último momento Carmen le dio un sobre marrón...era para entregar en un  estudio de contaduría externa. Con su maletín y carpetas en la mano, salió al exterior, eran las 12 y  treinta horas, el aire helado le pegó en el rostro, refunfuñó algo y siguió. Se dirigió al estacionamiento, allí estaba su moto, iba a guardar lo que llevaba en el compartimiento debajo del asiento, cuando un estampido le hizo girar el rostro y mirar hacia el oeste. No alcanzó a ver nada, terminó de guardar. se colocó el casco y partió.

Cuando llegó al estudio contable, buscó el sobre que le dio Carmen, no lo encontró arriba de todo donde solía ponerlo, revisó bien el bolso sin encontrarlo. Se sorprendió, desconcertado avisó allí que volvería al día siguiente. Siguió su recorrido hasta completar su gestión con los bancos.
Al día siguiente, cuando ingresó a su trabajo a las 8 horas, preguntó en las distintas oficinas si no habían visto el sobre, sus compañeros le dijeron que no, le quedaba decírselo a Carmen, la que tenía pocas pulgas.  Así fue -¿Cómo que no lo tienes? ¿No me digas que lo has perdido? Y salió como loca a preguntar también ella por el sobre…

 Antonio comenzó a acalorarse, pero se le ocurrió preguntarle a Marcos de seguridad, si podría mostrarle por las cámara que estaban por todos lados al momento en que el llegó a su moto el día anterior. Marcos retrocedió la filmación hasta verse claramente cuando Antonio llega a su moto, escucha el estampido, desvía la vista y el sobre se desliza de su carpeta y va a parar al suelo, él no se dió cuenta. Allí quedó cuando se fue. Marcos decide seguir con la filmación para ver si alguien de la empresa lo levantó. Así, llega la hora 14, salen numerosos operarios, pasan al lado del sobre, incluso alguno lo pisa pero nadie lo levanta. Se detiene un Fiat, estaciona, baja un hombre, es Juan, que trabaja contratado para hacer trámites también. Se agacha, levanta el sobre lo eleva y mira a tras luz, luego sigue caminando para la fábrica, atraviesa la puerta de rejas, luego otra blindada, ingresa a las oficinas, camina saludando a los empleados que lo conocen, llega frente a una puerta que conduce a otra oficina, allí antes de entrar, rasga el borde del sobre, mira su interior, mete la mano, revisa y luego vacía la saca,  dobla  el sobre y se lo mete en un bolsillo de su campera.

 Habiéndolo descubierto, Antonio va a la oficina de Carmen y le cuenta todo, ésta le dice que tenía dinero personal de ella en el sobre. Todos los empleados  se enteran. Delante de ellos, con el altavoz abierto para que lo escuchen,  desde su móvil Antonio, llama a Juan que estaba En el patio exterior del establecimiento. - Hola Juan, soy Antonio, sabes que ayer he perdido un sobre, aquí pregunté a todos y nadie lo vio, ¿Tú por casualidad no lo has visto? – No, responde Juan, no he visto ningún sobre, sino te lo diría. Todos los que escuchan se miran entre sí…- Gracias Juan, hasta mañana. El comentario de los hechos llegan a Laura la jefa de personal y a Don Diego uno de los dueños de la empresa.Es su hora de regresar a casa, Antonio se retira a su casa, más tranquilo ya. 

Al día siguiente se entera que había ocurrido. En la oficina de Don Diego, junto a Laura, interrogaron a Juan, con las imágenes a la vista. Este negó las acusaciones y se desdijo al explicar su conexión con el sobre. Los compañeros de Antonio escucharon los gritos de la discusión interna. Más tarde,  cuando Antonio  va a ver a Don Diego, éste le dice que el telegrama había sido enviado, Juan había perdido la confianza de la empresa y el puesto  por una mísera suma de dinero. Poniéndole la mano en un hombre le dice, en cuanto a ti Antonio, Antonio…ten cuidado, sabes cuanto te aprecio. Si, Don Diego me hago cargo,  tuve una distracción que no se volverá a repetir.


Bueno amigo visitante, si has tenido paciencia para leer hasta el final, te agradezco y felicito.