domingo, 10 de noviembre de 2019

Cuando menos lo esperas...

Estacione mi vehículo y me corrí al sanatorio de mi obra social, exhibí el carnet de afiliado, luego tomé el ascensor y llegue a la guardia.  Había 10 personas esperando, me senté en un asiento libre. Dos doctoras iban llamando por sus nombres, los pacientes entraban y salían con rapidez. A los 20 minutos me llamó a mí, rápidamente le comenté que hacía tres días que sentía un dolor intermitente en el pecho a la altura del corazón. Que pensaba que no era muscular, ya que ya lo había tenido tiempo atrás y era distinto.

Para mi tranquilidad, extendió 3 órdenes, una para un E.C.G. otra para un análisis de sangre y una última para una radiografía de tórax. Con los resultados me vuelve a ver  -  afirmó. Volví a planta baja, entregué las órdenes, conservé la de radiografía, por las demás me dijeron que me iban a llamar. Había bastante gente sentada, pensé que iba a demorar, pero en diez minutos un enfermero me llamó por mi nombre, lo seguí, hasta una sala en que una médica primero me hizo un electrocardiograma y luego me tomó muestra de sangre. El resultado del primer estudio me lo dio para llevar a la doctora, el otro dijo que en dos horas estaría en recepción de P.B. Salí de allí, camine por una pasillo hasta llegar al lugar en que me sacarían la placa radiográfica.

La técnica en rayos después de pedirme que me quede en camiseta de algodón me sacó tres placas, cada vez que estaba por vestirme me decía que había salido movida, y sacaba otra, y así llegamos a la última que salió bien. La joven era muy simpática, y salí de allí para ver a la doctora en el piso superior, allí cuando salió otro paciente me asomé y me invitó a entrar, miró el E.C.G. diciendo que estaba muy bien. Me pidió que volviera en dos horas para ver los otros resultados. Como era la hora 12 y 30 del mediodía, crucé enfrente entrando en uno de esos restaurantes  rápidos.  Se me ocurrió comer un par de empanadas de pollo con una copa de cerveza. Después de las 13 horas el lugar se llenó de jovencitos que salían de sus escuelas, mientras almorzaban hablaban y reían como es propio de su edad.

Pasada una hora el local estaba casi desierto, un viejo sentado miraba a través de la vidriera el intenso movimiento de vehículos y personas en el exterior. De pronto, una hermosa y elegante  mujer de edad mediana, ingresa, pide algo en el mostrador y se sienta en una mesa cercana a la mía. Se quita el saco rojo que portaba y lo deja sobre el respaldo de una silla. Luego se pone a hurgar en su cartera, busca y busca, hasta que saca lo que parece un pequeño perfumero. Al hacerlo sin tomar cuenta de ello arrastra un billete de 500 pesos que cae debajo de su silla. Me levanté, me acerqué, y agachándome tomé el billete (aproveché para ver sus piernas bonitas) le entregué el dinero con una sonrisa  diciendo – No te has dado cuenta de que se te ha caído, - Oh! Soy una despistada, te estoy muy agradecida. –Bueno si me dejas compartir la mesa contigo me sentiría muy bien pago.  – Pues claro, con gusto, me hubiera dolido perder ese dinero. En tanto el mozo le traía unos sándwich de miga tostados con una bebida cola se presentaron. –Me llamo Migue ¿Y tú? – Yo Ana, replico ella. Y, ¿A qué te dedicas Ana? Soy Profesora de Ballet de niños, y, ¿Cuál es tu actividad?  Soy ladrón-respondí. Ella me miró perpleja. No, no, es broma, soy asesor de varias empresas, me llaman cuando tienen conflictos. ¡Ale! Qué interesante, has de tener experiencia y mucha labia. Debe ser, al menos me siguen llamando jajaja.  Seguimos conversando animadamente, ella se quedo la hora que yo estuve. 

Me da gusto cuando encuentro una persona educada y simpática para platicar y si es bonita mejor. Cuando nos despedimos ella me dio un beso en la mejilla, su perfume embriagó mis sentidos, y sus labios rojos también. Me fui con su número de teléfono, así que volví muy feliz al sanatorio. Esta historia continuará aunque no la escriba aquí.


Te saludo visitante, creí que no iba a escribir más, pero parece que vuelvo cada tanto.



martes, 24 de septiembre de 2019

Fuego pasional.

Dormía  en su casona de Palermo, el calor había sido asfixiante durante el día, un trueno espantoso le hizo dar un brinco en su cama. Lo primero que vio es que ella no estaba a su lado, se encontró transpirado, recordó haberse acostado rendido por lo que se había dormido  de inmediato. Por  el ventanal observó que se había largado a llover, se levantó  desnudo, bajo la llovizna divisó que ella estaba parada sobre el césped con su camisón rojo de fina tela. La prenda se adhería a su cuerpo permitiendo ver sus marcadas y amadas  formas.

Levantaba  los brazos hacia el cielo disfrutando del agua fresca, él salió, acercándose por detrás, la tomó de la cintura pegándose a su espalda. Ella se sobresaltó dando un pequeño grito, enseguida lo reconoció por su virilidad. ¡Me asustaste! Dijo. ¿Cómo me reconociste? Replicó él. Por tu perfume – afirmó ella mientras se echaban a reír como locos. ¿Qué te parece si…? –preguntó él. Sabes que estoy siempre lista contigo – afirmó ella. Él le quito con delicadeza el camisón rojo e hicieron el amor bajo la lluvia, estrenando un lugar nuevo para hacerlo. Empapados, luego de revolcarse por el césped, él la levantó en sus brazos, entrando juntos hasta el baño en el que se dieron una ducha tibia.

 Amor- Preguntó ella, llevamos un año de casados, ¿Seguiremos divirtiéndonos así dentro de unos años?  Por supuesto – afirmó él, no te salvaras de mis travesuras y deseos dijo,  mientras hundía sus labios en la boca de ella…..Vamos a ser viejos un día lejano y te seguiré amando con lo que tenga y  pueda, volvió a afirmar él… Ella gozó con el comentario, disparando una sonrisa que a él… lo provocó nuevamente….

Bueno, cada tanto estoy un poco travieso en mis relatos, espero te hayan gustado las andanzas privadas de esta pareja  

sábado, 21 de septiembre de 2019

Atrapar al ladrón.

José llevaba casi ocho años trabajando en esa empresa metalúrgica, hacía la gestión externa, pagos, cobranzas, bancos, trámites varios. Ese día de invierno pasó por las oficinas recolectando mucha documentación. Tenía que ir a tres bancos en el micro centro porteño...A último momento Alicia le dio un sobre marrón...era para entregar en un  estudio de contaduría externa. Con su maletín y carpetas en la mano, salió al exterior, eran las 13 horas, un aire helado le pegó en el rostro, refunfuñó algo y siguió. Se dirigió al estacionamiento, allí estaba su moto, iba a guardar lo que llevaba en el compartimiento debajo del asiento, cuando un estampido le hizo girar el rostro y mirar hacia el oeste. No alcanzó a ver nada, terminó de guardar. se colocó el casco y partió.

Cuando llegó al estudio contable, buscó el sobre que le dio Alicia, no lo encontró, arriba de todo donde solía ponerlo, revisó bien el bolso sin encontrarlo. Se sorprendió, desconcertado avisó allí que volvería al día siguiente. Siguió su recorrido hasta completar su gestión con los bancos.
Al día siguiente, cuando ingresó a su trabajo a las 8 horas, preguntó en las distintas oficinas si no habían visto el sobre, sus compañeros le dijeron que no, le quedaba decírselo a Alicia, que tenía pocas pulgas.  Así fue -¿Cómo que no lo tienes? ¿No me digas que lo has perdido? Y salió como loca a preguntar también ella por el sobre…

 José comenzó a acalorarse, pero se le ocurrió preguntarle a Marcos de seguridad, si podría mostrarle por las cámara que estaban por todos lados el momento en que el llegó a su moto el día anterior. Marcos retrocedió la filmación hasta ver claramente cuando José llega a su moto, escucha el estampido, desvía la vista y el sobre se desliza de su carpeta y va a parar al suelo, él no se dió cuenta. Allí quedó cuando se fue. Marcos decide seguir con la filmación para ver si alguien de la empresa lo levantó. Así, llega la hora 14, salen numerosos operarios, pasan al lado del sobre, incluso alguno lo pisa pero nadie lo levanta. Se detiene un Fiat, estaciona, baja un hombre, es Juan, que trabaja contratado para hacer trámites también. Se agacha, levanta el sobre lo eleva y mira a trasluz, luego sigue caminando para la fábrica, atraviesa la puerta de rejas, luego otra blindada, ingresa a las oficinas, camina saludando a los empleados que lo conocen, llega frente a una puerta que conduce a otra oficina, allí antes de entrar, rasga el borde del sobre, mira su interior, mete la mano, revisa y luego vacía, la saca,  dobla  el sobre y se lo mete en un bolsillo de su campera.

 Habiéndolo descubierto, José va a la oficina de Alicia y le cuenta todo, ésta le dice que tenía mucho dinero personal de ella en el sobre. Todos los empleados  se enteran. Delante de ellos, con el altavoz abierto para que lo escuchen,  desde su móvil José, llama a Juan que estaba En el patio exterior del establecimiento. - Hola Juan, soy José, sabes que ayer he perdido un sobre, aquí pregunté a todos y nadie lo vio, ¿Tú por casualidad no lo has visto? – No, responde Juan, no he visto ningún sobre, sino te lo diría. Todos los que escuchan se miran entre sí…- Gracias Juan, hasta mañana. El comentario de los hechos llegan a Laura la jefa de personal y a Don Diego uno de los dueños de la empresa.Es su hora de regresar a casa, José se retira a su casa, más tranquilo ya. 

Al día siguiente se entera que había ocurrido. En la oficina de Don Diego, junto a Laura, interrogaron a Juan, con las imágenes a la vista. Este negó las acusaciones y se desdijo al explicar su conexión con el sobre. Los compañeros de Antonio escucharon los gritos de la discusión interna. Más tarde, cuando José  va a ver a Don Diego, éste le dice que el telegrama había sido enviado, Juan había perdido la confianza de la empresa y el puesto  por ser un ladrón.  Poniéndole la mano en un hombre le dice,- En cuanto a ti José, José…ten cuidado, sabes cuanto te aprecio.- Si, Don Diego me hago cargo,  tuve una distracción que no se volverá a repetir.


Bueno amigo visitante, si has tenido paciencia para leer hasta el final, te agradezco y felicito. 

viernes, 20 de septiembre de 2019

PENSAR.

CUIDA TUS PENSAMIENTOS, LOS POSITIVOS SANAN. 

LOS NEGATIVOS ENFERMAN CUERPO Y ALMA ...

jueves, 19 de septiembre de 2019

LA PULSEADA

Recuerdo que a los 14 años, estando en los tres meses de vacaciones del secundario ingresé a trabajar en un taller metalúrgico. Eramos ocho operarios, yo manejaba un torno revolver, así se llama. A la hora de almorzar, nos sentábamos a una mesa con las viandas que cada cual había llevado. 

Un día estando allí, Pedrito que tenía mi edad me preguntó ¿Quieres jugar una pulseada? Antes de que pueda contestarle, saltó Rubén diciendo con una sonrisa ¿Porqué no juegas conmigo? Era un muchacho de 35 años, se veía fornido.  Acepté, pusimos nuestros brazos sobre la mesa, nos tomamos de las manos . Miré a Rubén a los ojos, seguía con su sonrisa. Alguién gritó el ¡¡Ya!!


Los brazos se pusieron tensos, mi rival iba aumentando su presión sobre el mio. Su músculo se elevó como una pelota. Yo era delgadito.  No nos movíamos de la posición inicial, gotas de transpiración comenzaron a caer de su frente, la sonrisa se le había ido. Comencé a aumentar más mi presión y le fuí llevando el brazo hasta que su mano dio contra la mesa.
 Rubén se levantó enojado diciendo - ¿Cómo este pendejo me pudo ganar a mi.? Pedrito dijo a su vez...Y yo, que quería jugar contigo. Ellos no sabían que yo había trabajado casi un año en el reciclado de una casa que mi padre había comprado. Entrar miles de ladrillos, carretillas de arena, bolsas de cal y de cemento me habían forjado. Con el tiempo tuve otras pulseadas con hombres que podían levantarme en el aire y arrojarme lejos...Pero nunca me ganaron una pulseada, no se de donde viene la fuerza. Ahora llevo tiempo sin pulsear,  mejor que no lo haga, para cuidar mi espalda..

Saludos visitante, he pasado para dejar mi huella por aquí.

jueves, 12 de septiembre de 2019

La separación

Los 30 años de matrimonio habían sido demasiados, Pablo tenía que volver a tomar la decisión de su vida, separarse de Mariana. Llevaban años durmiendo en camas separadas, ya se había separado tres años antes, pero volvió ante una enfermedad de ella que pasó a ser crónica... una diabetes. El siempre había sido sobreprotector, pero estaba harto de sentirse solo estando acompañado. Ella era el polo opuesto, nada sociable, muy posesiva, con tildes neuróticos depresivos. 
Cuando vacacionaban en bellos lugares con mar, lagos o montañas, él salia a recorrerlos y ella se quedaba en el hotel o el departamento que ocupaban. 
En su casa ella le pedía que no traiga personas desconocidas, también le molestaba el tiempo que él pasaba en su escritorio y computadora con papeles relacionados con su trabajo. 
Pablo padecía episodios de gastritis, esofaguitis y colón irritable, las tenía todas el pobre. Producto del estrés que le estallaba en lo corporal.
 Se le hizo la luz recordando todas las situaciones vividas, hasta la psoriasis que tuvo años antes, pudo deberse a la misma causa... su mujer.!! 
Basta!! se dijo para si, salió esa mañana de marzo hasta el broker inmobiliario, llevaba la documentación necesaria, la garantía con su propia casa, el dinero para el depósito y mes adelantado del apartamento que había visto por Internet. 
A la mañana del día siguiente, era un sábado, a las 8 horas tomó su desayuno, lavó su tasa, y le dijo a Mariana. -Me voy! ¿Cómo que te vas? inquirió ella. - Si, mujer, me mudo otra vez, para largo ya, viene Pedro a darme una mano y me llevo lo mínimo necesario. Ocúpate de ti, yo me ocuparé de mi. Tienes tu ingreso económico, te pasaré un adicional para que no te falte nada.Ella se quedó callada, ante el rostro tenso de él.  Sonó el timbre, era Pedro, Traía cajas grandes, embalaron platos, cubiertos, ropas, algunas sillas, sus libros, la Notebook. El resto lo tenía en su nuevo domicilio, al llegar bajaron y acomodaron todo, finalmente se sentaron en el patio a tomar unas cervezas. Pablo comenzó a reír de felicidad, y no paraba, abrazando a su amigo. Comenzaba una nueva vida, libre, libre...

Visitante, aquí aparecí luego de tanto tiempo, espero traer historias más cortas la próxima vez.

lunes, 15 de abril de 2019

La lluvia los unió.

El reloj marcaba las 18 horas, ella sale de su trabajo con su trajecito rojo y sus tacones altos.El cielo había estado azul durante la mañana, ahora densos nubarrones amenazaban lluvia, que en ese instante comienza a caer. Apura sus pasos buscando refugio, de pronto un hombre se acerca por detrás cubriéndola con su paraguas.
- Voy en tu misma dirección afirma. ¿Me permites que te acompañe? - Oh !Si, gracias!Continúan caminando en silencio. De pronto comienza a caer granizo. Él le dice. - Oye, ¿Porqué no entramos a ese bar y esperamos que amaine la lluvia? 
Ella lo mira a los ojos, observa su sonrisa que es amplia y franca. - Creo que será lo mejor responde.
Y, allí quedan los dos conversando y riendo mientras toman un café. La lluvia para pero ellos siguen allí con sus rostros resplandecientes,,,
Este encuentro puede ser el comienzo de una historia de amor...¿No lo crees así?

Te saludo visitante, hasta la próxima. 

lunes, 18 de marzo de 2019

Decires...

Él le dijo, pongo un jardín de amor a tus pies, tú solo riégalo con sonrisas y me harás feliz...

Él le dijo, quisiera ser el espejo en el que todos los días te miras...

Él le dijo, te miré, me miraste y al instante supimos que tendríamos un destino juntos...

Creo que aquí esta pasando algo importante...No lo crees así?

Te saludo visitante.!

lunes, 11 de marzo de 2019

La mujer depresiva..

Entré a la sala de espera, vi a una mujer sentada en una silla alta.Tomé asiento a su lado.
Observé su mirada perdida, aislada. Calculé que tendría mas de 80 años.
Viene para la psicóloga o para el psiquiatra?- Pregunté.
Giró el rostro hacia mi y contestó.- Para el Psiquiatra.
De que la trata, inquirí?. 
Depresión, contesto. - Lleva mucho tratándose? - Dos años afirmó.
Le fueron cambiando la medicación.- Pregunté.?
Si.! Y sigo igual replica. 
Tiene familia en su entorno.- Consulté.? No, mis hijas murieron y mi esposo también.
Quedé en silencio dos minutos ante su dolor y soledad.
A veces hay que probar caminos nuevos.Comenté

A un miembro de mi familia en su tiempo la llevé a médicos y curanderos de toda clase. -Seguía igual.
No importa de la religión que usted sea. Yo la llevé finalmente a una Iglesia Evangélica Pentecostal.
Las hermanas la recibieron con amor, luego la visitaban en su casa. Compartían lecturas. 
Fue aprendiendo los coros que siempre cantaban en la Iglesia. 
A leer y aprender pasajes bíblicos. Cuando la visitaba me hablaba de ellos, yo escuchaba.
Y, así, un día comenzó a sonreír. Pasó el tiempo y también la depresión, retomó su trabajo. 

A la mujer le sugerí: Sin dejar a quién la atiende hoy, busque ventanas nuevas para salir.
--En ese momento me llamaron, la dejé con un ¡Cuídese.!
Ella esbozó una sonrisa y me despidió con un ¡Gracias! 

Siempre que podamos hay que tender una mano al que más lo necesite. 
hacer el bien nos hace bien sin buscarlo. 

Te saludo visitante, gracias por tu visita.!!

miércoles, 6 de marzo de 2019

Amor o Pecado.

Eran las 10,30 de la mañana, Carmen leía un libro sentada en el living de su casa. 
Escucha un Toc, Toc en la puerta de calle. 
Se arrima y observa por la mirilla, con un tanto de sorpresa y alegría ve el rostro de Marcos.
Eran amigos de años, abre la puerta y pregunta. ¿Tú por aquí? que sorpresa, pasa, pasa.             Pasaba por aquí y se me ocurrió visitarte. (Vieja excusa pensó ella)
Siéntate en el living, gustas de un café, enseguida traigo para los dos. 
Cuando regresa, mientras saborean el café, Carmen le pregunta. ¿Tienes algo para decirme?
Si,pero ¿Puedes poner un poco de música? Ella pone una melodía lenta. 
El pasado sábado bailamos un lento en el cumple de Mirta, y ví como me mirabas, igual que yo a ti, espeta Marcos.
Bueno, con Lucas mi marido y Lucía tu esposa nos conocemos desde antes de casarnos.
Si, así es, yo estaba enamorado de ti, tú de Lucas y terminados casados. A hoy te sigo amando.
Y quiero cometer un pecado solo contigo. Por eso vine a esta hora, estamos solos los dos.
¡Que locura Marcos! No podemos, no somos infieles. 
Pero me amas, reconócelo Carmen. - Bueno, si, pero...Ese si, pero... fue determinante...
Marcos se puso de pié, la tomó de la cintura y la levantó suavemente,  quedando frente a frente.
Comenzó a bailar llevándola, ella inclino la cabeza sobre su hombro. Pasaron unos minutos juntitos y en silencio.
Él mirándola a los ojos le dijo, lo que se hace por amor, no es infidelidad ni pecado. Es amor puro. 
Lentamente arrimó sus labios a los de ella, un beso suave, que se ahondó luego. Continuando por su cuello y los hombros. Ella suspiraba, no podía detenerlo, se sumó a la pasión de él. 
En un momento se detienen, Marcos le pide que ponga traba a la puerta de calle, ella lo hace. 
Él la levanta entre sus brazos y la lleva hasta el dormitorio, rápidamente se quitan la ropa y tienen la relación amorosa mas exquisita de sus vidas. A partir de ese 5 de marzo seguirán teniendo encuentros una vez al mes por el resto de sus vidas. Sin dejar de amar a sus parejas....

Te saludo visitante, hoy hice acto de presencia por aquí.

domingo, 6 de enero de 2019

Cosas de amores.

Ella : ¿Tú me amas?
Él : Si
Y porqué nunca me lo dices?
Porque tengo miedo...
Pues, de qué hombre?
De que me contestes que tu no.
Cómo puedes suponer si no preguntas?
Él: Mira, te lo demuestro con mis besos, abrazos, como te trato...
Eso está bien, pero necesito un ¡Te amo! ¿Entiendes?
Mujeres, no se conforman hasta no salir con la suya. ¡TE AMO! en un grito lo digo.
Ella: Lo besa con un beso prolongado, luego mientras se quitan la ropa caminan presurosos a la cama que los espera.

Y Colorín colorado estos dos si que la seguiran pasando bien...

Te saludo visitante. Buen año para ti.