lunes, 29 de junio de 2015

LA COINQUILINA


                                                                                                          Capítulo 1 de dos.

Marcos comenzó a preocuparse, llevaba tres meses sin trabajo, se estaba consumiendo el dinero que le dieron como indemnización en su último empleo. Llevaba tres años alquilando ese coqueto apartamento en el Barrio de  Palermo. Decidió poner un aviso para compartirlo pagando a medias el alquiler, escribió un cartelito que decía A persona sola comparto alquiler apartamento de dos ambientes. Fines serios, dando su dirección a continuación. A la mañana siguiente le tocaron timbre, al abrir la puerta se encontró con una joven de grandes ojos negros y bellas pestañas que lo miraba con curiosidad. Vengo por el aviso – dijo ella me llamo Alicia. Ah, sí, sí, me has sorprendido, pero pasa, pasa, échale una mirada haber que te parece.
 Ella avanzó por el amplio living, que tenía un sillón de tres cuerpos y dos de un cuerpo, todos tapizados en pana gris,  con almohadones de colores, un escritorio con alzada y muchos libros. Luego observó la cocina y el baño, se miró en el espejo de este último y sonrió.  Tienes todo impecable – espetó. Me gusta mucho la limpieza si es que voy a compartir con alguien. Pienso lo mismo que tú, replicó Marcos, para convivir la persona debe ser limpia y ordenada. Ven, mira el dormitorio, era una sala de cinco metros por cuatro. Ella entró, vio los pisos brillantes en madera, un enorme placar de doce puertas, una cama de dos plazas y media a la derecha y una de una plaza y media a la izquierda, terminó frente a un gran ventanal, descorrió las cortinas de seda blanca mirando hacia la calle que estaba dos pisos más abajo.
 Luego se dio vuelta y mirándose a los ojos se hicieron mutuas preguntas y respuestas, él le explicó a que se dedicaba y porqué quería compartir el alquiler. Ella le dijo que venía de una provincia del interior, que estaba estudiando psicología en la universidad de 18 a 22 horas, tenía un trabajo de camarera en un hotel céntrico  desde las 8 hasta las 16 horas. Llevaba  viviendo en una pensión para estudiantes desde dos años atrás,  pero eran muy ruidosos, por eso quería un lugar más tranquilo  aunque pagara el mismo alquiler.
 Luego de informarse del precio mensual ella preguntó ¿Cómo dormiríamos? Ehhh, se me ocurre poner dos percheros de pié dividiendo el dormitorio entrelazando dos sábanas que tapen dando intimidad, la cama de plaza y media sería para ti, la usa mi madre cuando viene a visitarme. Si me aseguras respeto, sin espiarme ni traerte compañía mientras estoy yo, me parece bien –dijo ella. No te preocupes conmigo no te ocurrirá nada que no quieras puedo asegurártelo –contestó Marcos. ¿Qué edad tienes? Preguntó él. 26 afirmó ella ¿Y tú? 32 aunque en un mes serán 33. Alicia decidida dijo, hoy estoy de franco,  si te parece, esta tarde me mudo, te adelanto la mitad del alquiler y vemos como funciona. Se dieron la mano y cerraron trato, ella se dio vuelta y se fue caminando por el pasillo, el miraba sus piernas y sus curvas por detrás. No puedo creerlo se decía, justo este bombón viene a vivir conmigo, tendré que darme duchas de agua fría y portarme como un caballero anfitrión jajajaja.


Bueno, esta historia está para dos capítulos no quiero aburrir, estoy retornando con las letras. Te saludo visitante….