Marcos colgó el teléfono, todos sus compañeros de oficina le
miraban expectantes. Siiiiiii!!! Dijo en un grito de alegría, ellos se
levantaron de sus asientos, hubo abrazos y besos. Aprovechó a besar en la
mejilla a su secretaria, Diana, que era
un fruto prohibido. Tenía una firma de publicidad, y se le había otorgado un importante contrato
para una compañía de calzado.
Levantó el volumen de
la música funcional, y bailaron entre los escritorios, parecían todos locos,
pero en todo caso eran locos felices. Bueno – dijo Marcos, esta noche cena para todos en el restaurante
de Puerto Madero. Ahora voy a correr un rato para distenderme, los dejo a
cargo.
Tras decirlo, en el vestuario se quitó su ropa de ejecutivo,
pasando a una deportiva, pantalón,
zapatillas y un buzo con capucha.
Salió a la calle, era un día de otoño, el cielo se veía gris
oscuro, amenaza lluvia –pensó. Caminó a paso ligero hasta la costanera sur, una
vez en el veredón se arrimó a la pared de un metro treinta que lo separaba del
Río de La Plata ,
abajo, las aguas estaban agitadas, las olas golpeaban el murallón con fuerza.
Luego de alongar sus piernas comenzó a
correr a paso medio.
Siendo las dos de la tarde, no se veía prácticamente a nadie
en los alrededores. Comenzó a caer una lluvia tenue, se colocó la capucha y
continuó. Hacia delante, a unos 150 metros alcanzó a ver a una persona sentada sobre la
pared con los pies hacia el río. Cuando la alcanzó vio que era una joven con la
vista fija en el río. En principio siguió de largo, pero en seguida volvió
sobre sus pasos. Se arrimó hasta un metro de ella, apoyándose sobre la pared.
Había comenzado a lloviznar con más intensidad.
–Disculpa ¿Estás
bien? ¿Necesitas algo? Ella no se inmutó, siguieron unos minutos de silencio,
luego la ve tensar sus brazos sobre la pared, era el momento, lo ve venir, él se arroja sobre ella cuando su cuerpo
buscaba las aguas, alcanza a cruzar su brazo por su cintura, la toma con ambos
y la levanta hasta que queda de pié en la vereda. La joven rompe en llanto y
golpea con sus puños el pecho de Marcos. ¿Por qué? ¿Por qué no me dejaste
hacerlo? Él la mantuvo abrazada unos minutos hasta que se calmó. Muchacha, nada
justifica que pierdas la vida – espetó. Vamos hasta un bar cercano y me
cuentas. La tomó del hombro y llamó a un taxi que pasaba, ella no ofreció
resistencia, en tres minutos llegaron,
buscó una mesa en un rincón que daba a un ventanal. Pidió dos cafés dobles,
cortados.
La miró, era bonita, bien vestida, sus ojos y pestañas
sobresalían en su rostro alterado. Dime que ocurre ahora – inquirió. Luego de
un silencio ella respondió. Estoy embarazada, no debió ocurrir, cuando se lo
dije a él, me dijo que yo tenía la culpa, se borró dejándome con el problema.
Mis padres son muy severos, ortodoxos, ni saben que tenía una relación, me van
a echar de casa. No pude enfrentarlos además por la vergüenza dijo antes de
volver a sollozar.
Disculpa tanta preguntas pero… ¿Cómo se forma tu familia?
Mis padres mi hermana de once y mi hermanito de seis, también tengo a mi abuela
que no vive con nosotros. Ah! -¿Cómo te llevas con tu abuela? Me adora, afirmó
María, mientras unas lágrimas descendían por sus ojos azules.
Mira niña, llevas una vida dentro de ti, que es parte tuya,
cuando nazca la vas a amar más que a nada en el mundo, no vuelvas a hacer esta
locura. Todo se va a resolver de a poco, no eres la única chica que le sucede
esto – afirmó Marcos. Ahora te acompaño hasta la casa de tu abuela, allí le
explicas todo a ella y le pides interceda ante tus padres, ella sabrá hacerlo.
Te pido el móvil de tu novio, yo lo llamaré al trabajo y hablaré con él. ¿Por
qué haces todo esto por mí? - Preguntó ella. Porque debo hacerlo – replicó Marcos.
Además te dejo mi móvil, pásame el tuyo para contactarnos.
Tomaron un taxi nuevamente que los llevó a la casa de la
abuela de María, una mujer sonriente les abrió la puerta. Una vez adentro
Marcos solo hizo la introducción. Señora, su nieta esta atravesando un momento
muy difícil, que no sabe como enfrentar, espero que usted la escuche y le
brinde el apoyo que necesita ya que intentó hacer una locura. La suerte hizo
que yo pasara y la evitara - terminó Marcos. Luego se fue, tres días mas tarde
María lo llamó diciendo que dentro de todo, las cosas estaban saliendo bien,
que sus padres le apoyaban para que el embarazo siga su curso. Me alegro por
ti, le dijo, se fuerte que toda te va a ir bien en la vida.
Marcos llamó por su móvil a Andrés en su trabajo, se hizo
pasar por el tío de María, y lo invitó a conversar a la salida. Ya juntos en
una mesa de bar le planteó. María va a ser madre y tú eres el padre biológico
cuando nazca, te pido que te hagas cargo de apoyarla durante el embarazo,
acompañándola alguna vez a sus controles ginecológicos, además debes hablar con
ella por si quiere que le des tu apellido, aunque ustedes no vuelvan a
juntarse. Completando, cuando nazca, te harás cargo de pasarle el dinero que
corresponda para tu hijo hasta que cumpla su mayoría de edad. Andrés amago
protestas, ante las cuales Marcos le dijo. Si no te haces cargo de todo lo que
te he dicho, te haré pedazos, te denunciaré ante tus compañeros, perderás tu
empleo, tus amigos, y nadie hablará bien de ti. Tengo las herramientas para
hacerlo. Andrés agachó la cabeza y terminó diciendo que se haría cargo de todas
esas cosas, que había estado mal en aprovecharse de una muchacha inocente. Se
dieron la mano despidiéndose, Marcos le recordó, confío en que cumplirás tu
palabra, o no me verás tan amistoso en una segunda vez.
Pasó otra semana y Marcos recibió otro llamado de María,¡¡¡
estoy muy feliz!!! Afirmó ella, Andrés también me esta apoyando. Me alegra
saberlo muchacha, cuídate mucho y esfuérzate por ser feliz siempre…
Meses más tarde Marcos terminaría siendo el padrino de
bautismo del niño que resultó varón, a
pedido de María y Andrés que se habían arreglado entre ellos. Esta historia
tuvo un final feliz…
Lamento que salgan tan largos los relatos, si los lees
y te gustarían más cortos, dímelo, te lo
voy a agradecer….