domingo, 18 de agosto de 2013

DINERO COMO COMBUSTIBLE

El niño tiene nueve años, me contó que su madre le da dinero si sale bien en los exámenes de la escuela, que con su hermano pasa lo mismo. ¿Y si no apruebas que ocurre? – pregunté. No me deja jugar en la Play – respondió. Son niños que no les falta nada, calzado, ropa, mochilas todo de marca. Me quedé pensando, a mi hija no había ni que decirle que estudie, se hacía responsable,  iba a la escuela aunque caiga lluvia o granizo. Llegó a ir hasta un día de paro de maestros, y ellos la mandaron de vuelta a casa, le decían La Sarmiento por el gran maestro Sanjuanino. Así, más tarde  estudió y se recibió en la Universidad mientras trabajaba. Cuando yo estudié en el secundario, tendrían que haberme obligado para que no estudie. También me recibí de químico mientras trabajaba en un laboratorio medicinal.
Las madres que trabajan sienten a veces sentimientos de culpa por no estar con sus hijos, tal vez sea ese el motivo de que los premien con dinero para que lo hagan. Si bien el dinero, saben en que lo gastan, en general  es para otros juegos en la Play. En fin, no quiero ser tan analítico, otras madres están en su casa y también los premian con dinero. La toma de conciencia de la importancia del conocimiento y el interés por la lectura,  no está en todos de igual manera. Finalmente lo importante es que estudien para tener un mañana mejor, preparados para alternativas en un mundo cambiante en el que el trabajo puede caerse en cualquier momento. A los hijos hay que darle raíces y alas para volar. Que ellos decidan que quieren estudiar, pero que lo hagan es lo que vale. Un universitario puede barrer, pero uno que solo sabe barrer no puede cubrir un sin fin de cargos. Es un ejemplo, gente hábil para el comercio, le va bien sin haber estudiado más del primario, ser trabajador les basta.

Te saludo amigo visitante, deja tu comentario si gustas.


Disculpa si visito poco, estoy  arreglando unos problemas de salud, seguramente todo saldrá bien.