-Marcos había tenido un día complejo y apasionante, plagado de situaciones y emociones en ámbitos
distintos, unas con sus afectos, otras en contacto con caminos y personas nuevas con las que estaba relacionándose
-Ese atardecer se dejo caer en la cama a descansar, lo hizo
de espaldas, pronto sus manos subían y bajaban de su pecho a su frente.
-Mariana que estaba a su lado preguntó ¿Por qué no te quedas quieto y descansas?
-Sí, bueno… contestó, pero no podía parar de pensar, en un
monólogo interior, las preguntas y respuestas que se hacía, saltaban de uno a
otro lado
Mariana repitió ¿Por qué no dejas de pensar, y te relajas?
- ¿Como sabes que estoy pensando, inquirió? - ¡Porque no
dejas de mover los ojos! - replicó.
-¿Muevo los ojos? Pues no me doy cuenta de ello.
-Intentó con lo que sabía, respiraciones profundas, lentas,
reteniendo el aire unos segundos y exhalándolo.-- También enviando mensajes a
su cuerpo para que se distienda, dejándose hundir sobre el colchón, probó luego
soltarse e imaginar que flotaba
-Era muy fuerte el vendaval, no alcanzaba detener sus pensamientos. ¿Y la música suave en sus oídos, ayudaría? - Pero no quería moverse ya
-Recordó que le había dicho su mujer, cruzó la mano sobre su
frente apoyó dos dedos sobre sus ojos apretándolos. Y, vaya, ¡tiene razón! - se dijo, sus pensamientos se aquietaron, quedándose pronto dormido, al menos una hora
-Cuando despertó, el rostro de ella estaba junto al suyo, mirándolo…
él esbozo una sonrisa. - ¿Sabes que has tenido razón?
– ¿Alguna vez no la
tengo? –replicó ella.
Ambos echaron a reír,
luego se dieron un beso prolongado y entraron en un mar de caricias suspiros y gemidos..
Es importante aprender a detener los pensamientos cuando lo
deseamos, tal vez el método de Marcos te sea útil.
Te saludo amigo visitante, deja tu comentario si gustas.