La playa se veía
desierta a esa hora, el cielo
azul celeste presagiaba un bello día para disfrutar el mar. Miró hacia delante,
en sentido contrario se acercaba caminando una mujer, vestida aparentemente
con bikini roja cubierta por un pareo,
lo hacía bordeando las aguas que mojaban sus pies. Se hallaban a unos
doscientos metros de distancia, se sintió molesto porque rompía su soledad. A
los dos minutos ya iban a cruzarse, él
miro hacia su derecha, a unos ciento cincuenta
metros, acostado sobre los médanos un perro raza dóberman negro de gran porte los observaba.
De pronto éste se para y comienza a correr en dirección a ellos. Pablo no podía creerlo, en cinco pasos largos alcanzó
a la joven que lo miró asustada. Quédate quieta y detrás de mí, mira, ese perro nos ataca – Le dijo. Por Dios
– Afirmó ella, nos va a matar. - Si salta sobre mí, corre a la costa sin
detenerte me oíste – Espetó él en alta
voz sin darse vuelta. Se paró con las
piernas y los brazos en jarra, esperando.
Cuando el animal enfurecido estaba cerca Pablo gritó
¡¡Paraaaaaaaaaaaaa!! Aunque pareció un loco,
éste aminoró la marcha, mostrando sus afilados colmillos, avanzó
lentamente para saltar. Parecía el
final, cuando sonó un silbato, el dóberman emitió un gemido, se dio vuelta
regresando velozmente y perdiéndose detrás de las dunas y los arbustos. ¡¡Se
fue, se fue, dijo la joven!! Huyamos de aquí, por si vuelve - dijo él, tomándola de la mano. Mientras
corrían comentó- No se porqué diablos nos atacó ¿No sería un toro, que
atrajo tu bikini roja? Una vez que
salieron de la playa alcanzando las primeras casas se recostaron sobre la pared
de una. Ella temblaba respirando agitada, él la abrazó, cálmate el peligro ya
pasó le dijo al oído ¿Cómo te llamas? Ana Belén, respondió a la vez que se
echaba a llorar. -Llora, desahógate, ya pasó repitió Pablo mientras la sostenía
en sus brazos con la cabeza apoyada en su pecho. Luego la separó con suavidad,
¿Dónde estas parando? Te acompaño, si quieres. Si, si en la calle dos y treinta
y tres, Gracias!
Fueron caminando juntos, quedaba cerca, ella preguntó
¿Porqué no huiste tú solo para salvarte? -
¿Que clase de hombre crees que soy, nunca tendría paz si hiciera algo
así. – Replicó él. - No salgas nunca sola en horas y lugares desiertos, ¿De dónde eres? De la provincia de Córdoba,
llegué anoche sola y ya quise conocer el mar, esta noche llega el resto de mi
familia. No se como agradecerte ¿Quieres pasar a tomar algo?- Preguntó. Pablo miró la belleza de
mujer que tenía frente a él - Mira…mejor no, he tenido una pelea con mi novia,
volveré a hacer las paces con ella, me voy, cuídate mucho. - Bueno, es afortunada tu novia, si pierde un
hombre como tú sería una tonta. Mi apellido es Flemingh, mi padre es un gran
empresario, ponte en contacto conmigo por cualquier cosa que necesites, le dijo
posando suavemente sus labios sobre los de él.A Pablo le subió la temperatura pero emprendió el regreso con
una sonrisa. –Espero no arrepentirme pero he hecho mi buena acción del día
jajaja, continuó caminando y riendo para reencontrarse con su Rocio.
Estoy con algunos problemas para escribir amigo visitante, aquí he reflotado un relato de tiempo atrás. Te saludo...