jueves, 14 de octubre de 2010

¡Zapatero a tus zapatos...!


Si no encontramos la medida justa para nosotros, nos duele, no nos sentimos bien. Esto ocurre con el calzado que ponemos en nuestros pies, pero también en muchas otras cosas. El trabajo, nuestra actividad, es una de ellas, siendo importante porque ocupa un espacio importante de nuestros días y en nuestra vida. "Tenemos que encontrar lo que más nos guste hacer, para sentirnos realizados, o hacer con gusto lo que nos toca, hasta poder cambiar de actividad". Marcos, entre los 21 y 25 años cambió seis empleos. A pesar de ser apreciado, bien remunerado, renunciaba pronto, sintiendo la necesidad de cambiarlos.

Comenzó a preocuparse, ¿Qué me pasa? Se decía para si mismo, ¿Porqué no puedo quedarme en un lugar? . Un día, vio un aviso en el que pedían una persona con su título, para cubrir un cargo de promotor asesor técnico. Se presentó a la entrevista. No teniendo experiencia anterior, destacó que había incursionado en mini emprendimientos autónomos. Fue tomado,… la empresa con buen criterio, lo tuvo un mes pasando por todos los sectores, adquiriendo un conocimiento del producto que iba a representar en la calle. Finalmente salió durante tres días, con distintos compañeros, aprendiendo, observando como hacía su actividad cada uno de ellos. Luego lo hizo solo, visitando, clientes distribuidores, así como usuarios. En pocos días se encontró con el hecho, de que este trabajo, con libertad de movimiento, le era afín a su personalidad. De allí en adelante siguió en esa rama de actividades, desarrollando su carrera en ellas.

Muchos de nosotros tenemos temor de emprender actividades nuevas, quedándonos en el mismo lugar de manera que perdemos la oportunidad de evolucionar. Hacer lo que más nos gusta en la actividad que genera nuestro ingreso, es como haber encontrado zapatos o guantes a nuestra medida. Tú que opinas, ¿Estás conforme con lo que haces? Te saludo. ¡Deja tu comentario si gustas!


2 comentarios:

Belkis dijo...

Por eso hay tantas personas amargadas por ahí, realizan un trabajo que no les gusta, que no les llena, en el que no se sienten realizados y por eso están frustrados. Hace falta valor, coraje y sobre todo decisión para cuando no estamos a gusto haciendo lo que hacemos, cerremos los ojos, lo dejemos a un lado y a emprender algo nuevo. También es verdad que cuando hay compromisos asumidos y responsabilidades familiares, cuesta mas dejar "camino real por vereda" como dicen por ahí.
Un abrazo muy grande amigo Migue

Migue dijo...

Bienvenida amiga.Hace pocos días estaba conversando con un joven vecino,me contaba que dejó un trabajo que no le gustaba.Su padre le invitó a trabajar con él.Pasó un tiempo y tuvo nuevamente esa sensación de no estar a gusto. Lo habló con su padre,éste lo aceptó,el joven hizo circular 3 curriculums suyos. A la semana lo citaron para una entrevista,luego de ella,lo tomaron.Desde hace un año trabaja en un importante Banco, sintiéndose conforme con su actividad,entorno laboral e ingreso económico.(Me hizo recordar a mí a esa edad, también con anterioridad,y aún después)
Estoy de acuerdo en que hay gente que se queja,pero no se atreve o siente capacitada para dar un paso siguiente. Sin dejar de ver que hay situaciones o momentos,en los que hay que quedarse en lo que se tiene.Pero en ese caso lo que no comparto, es la queja sin sentido, que hace más difícil el permanecer allí, o afectar a su entorno.
Bueno,digamos también que un buen ingreso económico,en una actividad que sin ser la idealizada,pero es sana,ayuda a resolver responsabilidades familiares,así como, a personas que necesitan de todo.

Un fuerte abrazo amiga Belkis.