Hay momentos en los que podemos tener cargas muy pesadas para sobrellevar solos. Éstas representan una sobrecarga, que puede atentar contra nuestra salud, incluso nuestra vida.Por más fuertes que seamos, e independientemente de nuestra edad biológica, y experiencia, corremos riesgos.Me refiero a las cargas emocionales y espirituales, el cuerpo habla, grita, avisa, podemos recurrir a un médico que no encontrará una causa orgánica. Esas mochilas debemos descargarlas en oídos atentos, perceptivos, confiables, en las que podamos volcar "los secretos" que más nos duelen.El compartir sentimientos,con base conflicto, produce un efecto de catarsis, aliviando nuestras tensiones.Particularmente aquellos referidos a actitudes y decisiones que no quisiéramos tener que tomar, pero somos consientes de que no cabe otra alternativa.
Hace tiempo que no escribo aquí, y ahora dejo esta reflexión. Te saludo, gracias si pasas por aquí y dejas tu comentario.
4 comentarios:
Que bien que has vuelto, Migue y dejado una reflexión tan importante:
En efecto, las emociones que no se liberan, se atascan el el organismo y pueden producir enfermedades.
Un abrazo
No debemos cargar mucho peso en nuestras espaldas, debemos desocupar de la mochila lo que no nos haga falta porque lo único que hacemos es llevar cosas que molestan y no sirven nada más que para pesar.
Desechemos los problemas, dejemos a un lado las sombras, las preocupaciones, las frustraciones, y llenémonos de luz, de esperanza, de oxígeno.
Gracias, amigo, por seguir escribiendo.
Un beso.
Myrian, gracias por tu visita y comentario amiga.Hay emociones que nos se liberan con actividades físicas ni esparcimiento.
Es importante saber el origen ,aceptarlo y decidir la salida más adecuada, para equilibrar
cuerpo, mente y espíritu.
Abrazos.
Hola Maria, cuando me visitas traes luz, oxigeno...la esperanza la pongo yo jajaja. Todo pasa, hay que tratar de no llenar mucho las mochilas,pero cuando se juntan, hay que procurar descargarlas pronto.
Un beso.
PD:Por aquí bien, espero tú también amiga.
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