A Martín lo habían puesto a cargo de un área de ventas
conflictiva. Cuando comenzó a visitar sus clientes vio que eran una treintena
de industriales, que lo recibían desesperanzados. ¿Cuánto piensa durar? - Le preguntaban Dos ingenieros de venta ya
habían renunciado antes que él, por
inmanejable -. Por ese motivo los clientes tenían que importar de Brasil a costos más
altos. En Argentina no había otro proveedor. El joven técnico de 30 años,
desarrolló su plan de acción. Le pidió a cada uno de sus clientes un listado con
sus consumos mensual y anual detallando medidas que adquirían. Con este en su poder,
elaboró una planilla de stock mínimo - máximo, y un programa de producción,
para que no falte pero que tampoco halla mucho stock. Lo presentó a su gerencia con el requisito de que expediciones entregara
dentro de las 48 horas de recibido el pedido de ventas, además que control de
calidad no demore más de ese mismo tiempo en atender los reclamos que pudieran
surgir. “Ventas es servicio”, eso hace a la eficiencia, comentaba.
En tres meses las entregas llegaban en tiempo y forma a sus
clientes. ¿Por qué no lo habían hecho los ingenieros anteriores? Porqué no
habían sido creativos, no se esforzaron en pensar una solución o no eran
capaces de encontrarla. Al poco tiempo
Martín no sabía como parar los regalos que le traían
a la oficina de ventas. - Por favor, no tienen obligación, solo es mi trabajo –
Les decía, pero las cajas de finos vinos seguían llegando de manera que se hizo
una bodega en su casa. Su gerente miraba con el rabillo de ojo esgrimiendo una
sonrisa de satisfacción.
Un día, Anselmo, uno de sus clientes de mediana envergadura,
le llamó por teléfono. Martín, ¿podría venir el martes cerca del mediodía así vamos a almorzar y conversamos
unos temas? Cómo no, allí estaré - le respondió. Ese martes se encontró con
Anselmo que era hijo del dueño y tendría su edad más o menos. Durante el
almuerzo aquél le comentó de sus creencias religiosas, entre otras cosas para
llegar al tema que le interesaba. Martín ¿Cuántas toneladas tiene de la materia
prima X 08? Unas nueve respondió. Y
¿Cuándo volvería a fabricarla? Volvió a inquirir Anselmo. En 25 o 30 días
respondió Martín ya sorprendido sobre hacia adonde iban las preguntas. Quiero pedirle que me entregue todo el stock
de esa medida –dijo Anselmo, yo le voy a dar un auto cero kilómetro o su valor
en pesos, lo que usted quiera. Si se lo
doy desabastezco al resto - replicó Martín. ¿Y usted que problema se hace? que
esperen la próxima producción - Sugirió su cliente. La propuesta quedo flotando
en el aire, Martín para salir del paso le dijo que no lo veía, pero que
analizaría la posibilidad, y así se despidieron.
Cuando llegó a su oficina, pidió un te con limón, se sentía
molesto, rabioso, como si cargara una mochila. No esperó más y fue a ver a su
gerente, Darío, contándole que lo habían
querido sobornar. Éste le escuchó atentamente, diciéndole que se quede
tranquilo. Y… así fue, como si hubiera ido a un confesor, siguió su trabajo
tranquilo. El manejaba íntegramente el producto, nadie le iba a echar en cara a
quién entregaba stock ¡solo el mismo!
Al día siguiente estaba en la oficina con otros vendedores,
entra otro de ellos, Enrique y le dice-Che
Martín, te llaman de la oficina de Van Pe
tersen. ¿Qué? ¿A mí? Si, ¿Que te mandaste para que te llame el Presidente de la Compañía ? Tiene 5000
empleados y seguro conoce solo a su chofer ja,ja,ja,. Martín subió por las
escaleras a un primer piso, pasando a una oficina enorme a su derecha.
Cuando él ingresó el hombre se puso de pié y le tendió la
mano. Gusto en conocerlo- le dijo,
igualmente señor - respondió Martín. Se sentía extraño ante un hombre que medía
no menos de dos metros, con su metro ochenta de estatura no le era común
cruzarse con personas más altas que él. El diálogo fue breve, le preguntó si
estaba cómodo en la empresa, si tenía hijos, y finalmente le comentó que tenía muy
buenos informes de su persona y que el capital humano era lo más
importante para la empresa. Gracias - contestó el joven antes de retirarse. En
la oficina de ventas todos le preguntaban porqué lo había llamado, pero era un
hombre que sabía guardar un secreto, a nadie más lo comentó.
Amigo visitante, los nombres son ficticios las acciones las
dejo a tu imaginación. Se hizo demasiado largo el texto, espero lo hayas leído hasta el final. Siempre habrá gente incorruptible, como
contra cara de los corruptos.
Corrupción – soborno – honestidad –. Coimas - confianza.
4 comentarios:
Que bien contado este clasico drama, este cancer social que parece imposible ya revertir, por suerte como un balsamo siempre habra gente honesta que le da sentido a todo en la vida.
Un abrazo grande y felicidades por todo tu gran potencial para contarnos entretenidas historias.
La corrupción,corroe,falsea,estafa,se la huele mucho en política y demás cargos de poder.En las empresas y en la vida, siempre habrá hombres y mujeres honestos que hacen la diferencia.
Gracias por tu visita Carolina,me encantó visitarte amiga.
Un abrazo.
Migue, hoy me apetecía leer tu texto "Soborno", la verdad es que tienes imaginación para escribir sobre cualquier tipo de relato, me encanta por eso, por la variedad venir a leerte.
Feliz fin de semana, amigo.
Un beso.
Gracias María. Cuando alguien encuentra una cartera con mucho, mucho dinero y con documentación que permite ubicar al dueño.Al devolverlo es noticia en los diarios, y el hombre honesto que lo devuelve solo cumplió con su deber moral.En su cabeza,educación,cultura, no hay otra opción.No todos reaccionarían de igual manera,pero hay más gente honesta que de la opuesta.
Feliz fin de semana para ti, descansa un poco jajaja.
Un beso.
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