Tacos finos. |
En esa tarde de abril la avenida Luro estaba tan concurrida
como siempre, la gente caminaba mirando
vidrieras. Martín circulaba entre ellas. En dirección hacia el, la vio venir... lucía
espléndida en ese trajecito color arena, ¡Qué mujer! - pensó. En un momento sus miradas
coincidieron, ella lo miró unos segundos antes de apartar la vista. Cuando iban
a cruzarse, no alcanzó a decirle ¡Guapa! porque ella se ladeó, inclinándose encima
suyo, el extendió su brazo sosteniéndola por la espalda. Ay, disculpa - dijo
azorada, pudieron ver que el taco de su zapato se había despegado por un hueco
en la vereda. El se inclinó para des-trabarlo quedándose con el taco en la
mano. Jajaja, Qué situación – afirmó ella, no se si reír o llorar. Todo tiene
arreglo – replicó Martín, no te preocupes…yo me ocupo. Me aguardas un momento
en la mesita de ese bar., mientras llevo a arreglar tu zapato aquí a la vuelta.
Ella llegó cojeando y de la mano de Martín
hasta la mesa, se sentó y pidió un café. El regresó a los cinco minutos,
ya dejé “al paciente”, el zapatero lo atenderá en menos de una hora. ¿Y vas a
quedarte aquí conmigo todo ese tiempo? No te preocupes ahora eres mi prioridad
uno – respondió él con una sonrisa franca. Salvo que te comprometa, ¿eres
casada? No, no, divorciada hace cinco años. ¿Libre entonces? Así es ¿y tú? Yo -
Separado en la actualidad, nunca me casé.
Me llamó Martín y tú, Yo me llamo
Noelia, pero me dicen Noe. Me gusta tu nombre, en realidad me gusta todo lo que
veo de ti sin querer ser meloso. Se que hay alguien que soñaba contigo. ¿Si?
¿Quién? el recordado Nino Bravo, te dedicó una canción. Ah, si, de chica me
tomaban el pelo con la letra, pero es romántica. ¿Tú eres romántica? En verdad
si, pero estoy decepcionada con los hombres.
Siguieron hablando, conociéndose, bromeando y riendo, la hora se convirtió en
dos horas, Martín fue a buscar el zapato y se lo calzó como a una princesa. No
se como agradecerte – le dijo ella, lo miró a los ojos dándole un beso en la
mejilla a continuación. El la tomó de la cintura, diciendo - Permiso, y le dio un suave beso en los labios,
el perfume de ella embriagó sus sentidos. Terminaron intercambiando sus números
de móviles, citándose para el viernes a
la noche. Mientras se alejaba Martín dijo en voz alta ¡Gracias taco por
romperte! Y continuó tarareando una canción, parecía un loco, pero los
enamorados tienen su parte de locura ¿No? Noe por su lado, avisaba por el
celular a sus amigas que era muy feliz, que creía haber encontrado al caballero
de sus sueños.
En cualquier lugar, en cualquier momento puede surgir la compañía de vida que deseas, solo hay que estar alerta.
Te saludo visitante.
14 comentarios:
jajajajaja muy bueno, incluida la moraleja. Entonces, ¡a romper tacos, ya!
Un abrazo
PD Me has alegrado este día muy frío y lluvioso de una primavera escondida.
ja,ja,ja,Has visto Myriam, ya tienen excusa las damas !a romper tacos! pero que elijan en quien caer jajaja.
Un abrazo.
(Aquí hay un hermoso sol de otoño)
Guau! Que lindo relato. Me encantó.
un abraxo!
Me alegra que te haya gustado Marilyn. Hay que contar historias felices.
Un abraxo!
Una bonita historia.
Hace suspirar.
Me ha gustado mucho.
Saludos.
Hola ¡¡ buenísimo relato , ójala sucediera así todos los días, estaré pendiente de esas chicas con tacón alto por si tengo la suerte del protagonista de tu relato
un abrazo
Hola Nicolás, tal vez haya que hacer agujeros en la vereda para que se rompan los tacos ja,ja,ja.
Un abrazo
Toro, es bueno que te haya gustado, son historias simpáticas.
Un abrazo
una hermosa historia de conquista,para aquellos que se puedan quejar de los tacos de la mujer,ven que muchas veces hacen de enganche jajajajjaja,gracias amigo por compartir esta historia.
un fuerte abrazo y feliz semana!!!
Hola Sony, a veces lo que deseas sucede sin buscarlo.
Un fuerte abrazo para ti también!!
Yo rompería mis tacos, si encontrara un caballero así que me salve jajaa.
Anónimo, toda estrategia es buena para un buen fin.
Un saludo.
No quiero ser pesada Migue, así que dejo este mensaje en otra entrada. Cuando no estoy en La Musa, estoy acá, ahí no tienes que comentar, no va nadie (sólo dos gatos locos y hablan de cualquier cosa) pero por si ves que me quedo callada.
http://estampasdelcamino.blogspot.com.ar/
Un beso
Hola Vivian,
has aparecido por este relato,me pareció muy simpático cuando lo cree.Veré de visitarte en tu otro blog.
Un beso
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