-Marcos dormía, entre sueños vio la imagen tierna de su madre… estaba muy preocupado por ella, se había convertido en su sostén emocional. Antes, era una mujer vital, llena de alegría, pasaba de preparar ricos manjares en la cocina, a pintar exquisitos cuadros que brotaban como flores en primavera. La muerte de su marido tres años atrás debido a un cáncer pulmonar, le hizo añicos el corazón. No pudo superarlo, durante días y meses fue un mar de lágrimas, decayó,… dejado de lado pinceles, óleos, trabajos y salidas al mundo exterior. Marcos, al estar de vacaciones, le acompañaba todos los días de esa semana, desayunando, almorzando, cenando juntos. Con su novia, Carolina, se encontraban los sábados y domingos, quedándose a dormir en el apartamento de ella. Se amaban en cuerpo y alma con pasión infinita, tenían jóvenes y alegres veinte y seis años cada uno, disfrutaban al máximo esos días. Habían decidido no casarse o convivir, porqué la madre de él, había tenido dos intentos de suicidio durante el primer año de duelo. El lunes por la madrugada regresaba en un taxi a su casa, sonriendo, pensando en los momentos vividos con su amada, Carolina. El tráfico era intenso, muchos jóvenes salían de los boliches bailables, una intensa niebla dificultaba la visión, súbitamente escucha un impacto y una explosión, luego siguió el silencio.
Hizo un esfuerzo para despertar del sueño, sentía frió, se desperezó mirando el reloj, marcaba las diez de la mañana, en su pijama azul comenzó a caminar desde su habitación hasta el Living. - ¡Mamá! llamó, sin obtener respuesta, siguió hasta la cocina, mamá, volvió a llamar, ¿dónde estás? Ella siempre estaba allí, no saldría sin avisar ¿dónde iría? recorrió el dormitorio de ella y el resto de las dependencias. Quiso utilizar el celular para hacer un llamado pero no tenía crédito, moviéndose se llevó por delante una mesita baja. Quiso abrir la puerta que daba al hall de entrada, girando la manija con fuerza, no pudiendo hacerlo. Su preocupación crecía, le dolía el estómago, se dejó caer sobre una silla roja, tomándose la cabeza entre las manos. De pronto, escucha el ruido de llaves, es su madre que ingresa a la casa. ¿Qué susto me has dado? Dijo. ¿Dónde estabas mamá? – Inquirió. Ella paso a su lado sin mirarlo, ¿Eh? ¿qué ocurre? – preguntó. ¿Por qué no me hablas? – exclamó, acercándose hacia ella que se había detenido junto a la cómoda frente al espejo, tenía una fotografía entre sus manos, la miraba, lágrimas con rimel comenzaron a descender por su ojos. Marcos cruzó su brazo cubriendo sus hombros, miró la fotografía, estaban los tres, ella, él, y su padre, volvió la vista hacia el espejo, él no se veía reflejado, su madre estaba…completamente sola!!El pánico le invadió...
Este post es una re edición que escribí en 2011. Deja tu huella si gustas y pasas por aquí.
La imagen la he tomado de la web, si me lo solicita el titular la quitare.
La imagen la he tomado de la web, si me lo solicita el titular la quitare.
13 comentarios:
Angustiante al avanzar la lectura, el desespero se palpa a flor de piel, el problema es que en esos casos, ya no queda nada por hacer.
Excelente Migue, besos
Muy tierno tu relato, Migue, pero muy triste, me encanta cómo narras las historias, casi no he pestañeado desde el principio al fin.
Felicitaciones por tu manera de transmitir.
Un beso.
De lo bello que pudo haber sido,solo queda el dolor de lo que no pudo ser.
Gracias Ame.Besos
María,
la vida es extraña, tiene sus giros imprevistos.Partió Marcos, dejando el corazón roto de su madre y el de Carolina.
Gracias amiga.
Un beso
Que angustia tan grande debe ser perder a dos seres, tan queridos, tan cómplices del día a día.
Un relato que te tiene con la respiración entrecortada hasta el final.
Un abrazo.
Hola Cecy,
escribo más relatos con finales felices,pero éstos, son parte de la vida también.
Abrazos.
Muy bueno.
Y si, la vida tiene de todo.
Creo que por desgracia más tristezas que alegrías.
Saludos.
Gracias Miguel, por tu visita y comentario en mi blog.
Triste y dramático relato, como la vida misma.
Un abrazo.
Toro, gracias por tu visita, la vida tiene reveses que no están ni en nuestros sueños más pesimistas.
Saludos.
Jose,
gracias a ti por devolvérmela tan pronto.El drama forma parte de la vida, aunque no quisiéramos vivirlo de cerca ni de lejos.
Cargado de emocion y sentimiento, triste es un relato que termina explotandote y te deja con la angustia de marcos clavada en la piel
un abrazo
¿Cómo estás Nicolás? es grata tu visita ya que eres un gran narrador de historias amigo. Me alegra haya sido de tu agrado.
Un abrazo.
Saludos para ti en Madrid.
¿Ficción o realidad?, me ha mantenido sujeta a cada palabra y renglón.
Un relato que atrapa, muy humano.
Enhorabuena,
Gracias por darme la oportunidad de conocerte, te sigo con sumo gusto.
Saludo muy afectuoso a tu alma sensible....
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