Carla llevaba 10 horas manejando su Toyota por la ruta, le
faltaban unas seis horas más para llegar a Bariloche en la Patagonia. (Solo se
había detenido una vez para cargar combustible, tomar un café y fumarse un
cigarrillo). Miró su reloj, eran las tres de la madrugada, sentía cansancio en
los ojos. Bajó la velocidad para ubicar un lugar en el que pernoctar, minutos
después vio el cartel… Alojamiento a 50 metros. Giró el volante, entró por una
calle de tierra, deteniéndose frente a un edificio de dos pisos, dos
faroles con luces amarillentas se hallaban junto a la puerta vidriada de
entrada. A la derecha rezaba un cartel de Estacionamiento, entró su vehículo
estacionándolo en una de las cocheras. Las demás estaban vacías. Bajó con su
maleta pequeña, activó la alarma, y se dirigió al hotel. Traspuso la puerta
acercándose a un mostrador, tocó una campanilla. Repitió el llamado dos veces
más hasta que apareció por detrás de una cortina un hombre alto, de piel
morena. Se paró frente a ella sin decir nada. Carla espetó – Buenas noches.
¿Tiene habitación disponible? Será hasta las diez, luego partiré.
El hombre tomó una llave de un tablero a su espalda. –
Habitación 9 por ese pasillo, son mil pesos y abona ahora le dijo. – ¿Puede
mostrarme la habitación primero? Pidió ella. –Sígueme, y comenzó a caminar por
un pasillo con luz mortecina. Al llegar abrió la puerta prendiendo la luz
interior. Carla pudo apreciar una cama de dos plazas cubierta por un acolchado
azul, lo corrió un poco para ver las blancas sábanas. Luego vieron el baño, que
era amplio, con bañera. – Tiene agua caliente si desea usarla comentó el hombre
mirándola fijamente. Si, si, ya veré, gracias, respondió, le pagó, acompañándolo hacia la puerta y cerrando con
llave tras su salida. Respiró aliviada, que hombre de pocas palabras, parece
Boris Karloff - se dijo para sí. Se
quitó las botas y las medias tirándose sobre la cama para apreciar la firmeza
del colchón. De inmediato se levantó, le
llamó la atención la cantidad de cuadros con rostros obscuros sobre las
paredes. Pero no perdió tiempo, caminó descalza hasta el baño, abrió el grifo
de la ducha dejando que el agua alcance la temperatura ideal. En el dormitorio se quitó su trajecito verde
musgo, su camisa de seda, al quitarse el corpiño tuvo la extraña sensación de
que la observaban, era muy perceptiva, luego se quitó su bombachita negra,
tembló aunque no hacía frío. Se cubrió con una toalla ingresando al baño. Disfrutó
de la ducha caliente, mientras pensaba que estaba paranoica. Minutos más tarde luego
se secarse se miró al espejo y sonrió – Que bien que te ves – se dijo, luego se
echó a reír por sus ocurrencias. Al volver al dormitorio, mientras se ponía el
pijama tuvo la misma sensación de ser espiada. Rápidamente se metió en la
cama…a los pocos minutos dormía plácidamente. Al despertar miró el reloj, eran
9 horas, estiró los brazos y se levantó.
Quince minutos más
tardes estaba vestida y con su maleta en mano, abrió la puerta y salió al
pasillo, caminó hacia la salida, al final el hombre estaba parado en el medio.
¿Te vas? –preguntó. – Sí, claro. – Estabas
hermosa desnuda espetó – Te
devuelvo tus mil pesos y mil mas si te quedas un par de horas conmigo, dijo. Carla
se horrorizó, pero se hizo fuerte, con una sonrisa se acercó hasta el hombre.
Ya a su lado, le pegó una patada en los
testículos, mientras él gritaba ¡perra! se
doblaba de dolor. Carla echó a correr, salió del hotel, accedió a su automóvil,
le dio encendido y salió marcha atrás, notó que tenía una cubierta en llanta,
el H de P se la habría pinchado. Ya en
la calle, salió hacia la ruta, manejó unos 20 kilómetros. Llegó a una estación de servicio, allí, mientras
tomaba un desayuno, le cambiaban la cámara y la cubierta por nuevas. Desde su
celular le contó a una amiga por lo que había pasado, entró en llanto no
pudiendo seguir. Desde el otro lado le decían – Llora, descárgate, pero estás
bien ahora¡¡ tranquilízate!!......
Te saludo visitante, creí que nunca volvería a escribir,
pero estando de vacaciones ha salido
esta historia…
28 comentarios:
Pues te ha salido muy bien, no se nota el oxido...!!! jajaja
Salud
Gracias Genin, es bueno saber que estoy desoxidado jajaja
Abrazo.
Muy bien escrita pero me he sentido mal leyéndola o sea que me metí de lleno en la historia.
Hola Tracy
Te has identificado con la protagonista, te disgustó que le haya pasado lo que tuvo que pasar.
Saludos!
Es un relato impactante, me ha dejado pensando. Eso de que "siempre hay ojos que te ven..." se cumple.
Excelente querido Migue como siempre.
Un beso
Buen relato.
Tuvo suerte Carla...
Y el hombre es un cerdo sin igual.
Saludos.
Gracias amiga Luján Fraix, un excelente viniendo de ti es como ganarme el premio de la Academia jajaja.
Un beso.
Hola TORO
Lamentablemente cerdos como ese aparecen en estos tiempos, la mujer es
acosada, llegan a la violación y al asesinato.Esas ratas deben pudrirse en la
cárcel...
Carla safo, fue valiente y rápida.
Saludos.
Magnifico relato, sigues sin perder el poder de las letras, aunque de la espalda andes jodido.
Abrazo Migue.
Gracias Rafa
Razón tienes, la espalda es una de las razones que me alejó de la escritura, cuando resuelva asuntos internos tal vez vuelva. Aunque sea cada tanto...
Un abrazo!
(Espero andes mejor de la tuya)
Un tema siempre doloroso por lo real que es. Bienvenidas esas vacaciones que te hacer regresar a la escritura.
Un abrazo.
Muy buen relato por como lo escribes. Besos
Hola San
Bien lo dices, duele que haya este tipo de gente. En la vida real muchas
historias no tienen un final como el de Carla.
Gracias por tu visita.
Un abrazo.
Trini Altea
Agradezco tu visita y comentario, no he podido devolverla, parece que hace tiempo no escribes.
Un beso.
Se llega a sentir uno mal leyendolo.
Un abrazo.
Fabián,
Situaciones como esta con finales peores ocurren en la vida real, y nos producen disgustos. Este relato tal vez sirva de advertencia a jóvenes mujeres que viajan solas.
Agradezco tu visita.
Un abrazo.
Qué manera mas intensa de describir la situación, amigo Migue, y así me has llevado imaginando las escenas, en verdad es como dices un H de P si se le puede llamar de esa manera u otra peor.
Me ha encantado amigo Migue haberte leido, gracias por avisarme, sino se me hubiera pasado al no publicar tan seguido, espero sigaa escribiendo.
Besos enormes y feliz noche.
Amiga María Perlada,
Es cierto he estado casi 6 meses sin escribir, imaginé no podrías enterarte de que edité, por eso me comuniqué contigo.
No estaré totalmente conforme con lo escrito, pero al menos me demuestra que cuando me pongo las pilas las musas surgen.
Espero comenzar a hacerlo más seguido y con relatos más cortos también.
Otro beso enorme te mando y agradezco tu presencia por mi rincón..
Escribir es largar de una manera u otra lo que se siente. Nosotros los argentinos somos buenos para eso . Somos música de tango con bandoneones a veces mientras otras, la pasión melancólica llega sin viaje. Tenemos algo que cuando leo se sin mirar sé si es de mis raíces...Debe de ser el sabor a mi terruño.Me he metído. entre tus letras, viendo en imágenes mentales lo que escribiste. Me gustan los textos simples no engominados ya que mi mente así vuela.
Gracias por tus buenos augurios
Me ha gustado el relato. Es refrescante despues de un tiempo largo, volver a encontrar los amigos y disfrutar de sus letras. Te dejo un fuerte abrazo Migue
Belkis,
Que grata tu visita amiga, ha pasado tanto tiempo. recuerdo como nos visitabamos y comentábamos en nuestros Blogs. Escribo de manera muy esporádica.
Otro fuerte abrazo para ti.
No se si estarás en Alemania o en Madrid, espero te llegue.
RECOMENZAR.
Agradezco tu visita, si, soy de escribir simple, no engominado como dices, me alegra que te haya gustado. Visitar tus letras es siempre un placer.
Abrazos hacia ti en Miami...
Otro gran relato de los tuyos, un saludo desde Madrid
Hola Nicolás
Es bueno saber de ti, espero que aunque sea cada tanto escribas algún relato que son muy buenos los tuyos.
Un abrazo!
Magnifico, debes prodigarte más.
Un abrazo
Hola Jose Manuel,
Ahora ando mejor pero la espalda me tenía alejado del ordenador. Estoy un tanto disperso, eso hace que las musas no me inspiren.
Un abrazo.
Buen relato, Migue. Me alegra saber que retomas la escritura de relatos. Espero más.
Un abrazo
Gracias Myriam. Ya salió otro del horno que puedes visitar.
Abrazos.
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