viernes, 23 de noviembre de 2018

Noche de sábado


 Marcos llamó a Pablo su compañero de andaduras  para ir al baile,  la respuesta fue un hoy no puedo… tuve un día de locos. Marcos no iba a perderse  de salir, ya se había afeitado y duchado. Rápidamente se vistió de elegante sport, sabía que una hora antes del inicio pasaban una sucesión de lentos y medio lentos. Llamó un taxi y en veinte minutos descendía, ingresaba al restobar, abonaba la entrada y pasaba del primer salón al segundo. Le echó una mirada panorámica al lugar, la tercera parte de las mesas estaban ocupadas, en una, cruzando el salón, directo frente a él se hallaba sentada una bella mujer en una mesa para cuatro. Se acercó y preguntó… ¿Me puedo sentar aquí? No hay problema, estoy sola…contestó. Hace calor, te parece  que pida una botella de jugo de pomelo bien fría… volvió a preguntar. Cómo gustes, respondió. Él fue al mostrador y volvió con una botella y dos vasos, la destapó sirviendo a ella y luego su vaso. Sabes venir aquí preguntó, a veces, la última vez vine y nadie me sacó a bailar. (Sonaba una música de bolero hermosa) Ya te invito espetó, salgamos ahora. Ella lo miró un tanto sorprendida, bueno, vamos. Salieron a la pista comenzando a bailar, juntitos, muchos ojos los miraban, eran los únicos. A ellos no les importaban las miradas, estaban en su mundo mágico, él le decía palabras al oído y reían los dos.
Seguía llegando gente y ellos eran los dueños de la pista. Muchas mujeres sin pareja que llegaron con amigas le echaron el ojo a Marcos, que era suelto para bailar y hablar.  Volvieron a su mesa, ella permaneció con la boca cerrada, ni un ¡¡Gracias!! Dijo.

 Una media hora después Marcos ubicó un rostro angelical de piel morena, con un vestido blanco, compartiendo mesa con dos amigas. Ya varios bailaban en el salón, él fijo su mirada en ella y esperó y siguió esperando hasta que la mirada de ella se posó en él. En el instante preciso sus labios preguntaron ¿Bailas? Ella asintió con un movimiento de cabeza y bailaron sueltos, con mucho ritmo, eran los mejores, moviendo pies, piernas, cintura, y ella sus caderas mientras él desde atrás la veía y admiraba. La música continuaba con ritmos que los acercaban, en esos momentos él le hablaba y preguntaba. Cuando llegó un lento, él se arrimó y ella le puso la mano en el pecho, un no más de aquí significaba. La noche transcurrió y siguieron saliendo al baile entre ellos. Al cierre y despedida él salió del lugar con el número de celular de ella, fue como tocar el cielo con las manos. Lo que tenga que ser será, pensaba para sí.

Te saludo visitante.


10 comentarios:

Ester dijo...

Bueno dos amigas en una noche, seguro que tenia una conversacion agradable y unos pies ágiles. Un abrazo

Alís dijo...


"Marcos no iba a perderse de salir, ya se había afeitado y duchado". Me reí con esta frase. Como si ducharse y afeitarse fuera una acción sólo posible si tiene un objetivo. A partir de ahí, imaginé la historia de un adolescente. El jugo de pomelo contribuyó.

Un abrazo

Migue dijo...

Ester
Marcos no tenía una pareja en firme, era un picaflor, con la primera se divirtió, luego del baile advirtió que ella no tenía muy buen humor. se mantuvo a la espera y la segunda lo cautivó. Él tenía los atributos que mencionas y terminó por irle bien.
Un abrazo.

Migue dijo...

Hola Alis
Marcos había tenido un día de trabajo duro, de 12 horas, la ducha era además de natural, revitalizante, salir con amigos de copas era una opción pero la del baile era su preferida. Acertaste con lo de joven, tenía 22 y 8 años de ir a bailes, él no bebía alcohol, convidó a su compañía circunstancial con lo que acostumbraba tomar.
PD: no juzgues duro a Marcos ni a quién escribe la historia, tal vez con lo que te narro aclare tu visión.Seras siempre bienvenida con lo que tengas para comentar. Un abrazo.

Alís dijo...


Migue, no juzgo a Marcos y mucho menos a ti, espero que no lo entiendas de ese modo. No lo hago, ni soy quien para hacerlo, ni quiero. Sólo comento desde mi interpretación, que es sólo eso, mi mirada.
Discúlpame si te has sentido juzgado y más aún si lo sentiste duro.
Un abrazo

Gladys dijo...

Que buena salida le tocó a Marcos seguro se entretuvo mucho, divertido relato amigo fue un gusto leerte. Abrazos feliz fin de semana.

Migue dijo...

Hola Gladys
A Marcos le fue muy bien, se divirtió mucho y conoció a una chica que le puso frenos aumentando su interés por ella.
Agradezco tu visita y comentario amiga.Que tengas un bello fin de semana.
Abrazos

Migue dijo...

Alis, lo tomé como una critica, y no fue en ese sentido tu comentario, tan solo te causó risa por las acciones. Sin ser escritor que bueno me resulta que mis escritos sean amenos y generen emociones. Todo bien contigo nos seguiremos visitando y comentando. Me gusta lo que escribes. Un abrazo

Tiffany dijo...

Hola Migue, muy lindo relato, lo que más me encanto es que cuando leo algo siempre hay algún secretito del autor, no se si sera pero por casualidad te gusta el jugo de pomelo? :3

Un beso desde Plegarias en la Noche.

Migue dijo...

Hola Tiffany, este relato lo escribí rapidito un poco tarde a la noche. Me gustan varias bebidas y entre ellas el pomelo. Jajaja, ya respondí tu inquietud
En estos días una amiga subió una foto una fotografía de su perro que justamente lo llamó Pomelo. Parece estar de moda el pomelo.

Un beso desde Compartir Visiones.