A las doce horas sonó el timbre, los siete operarios dejaron sus tareas para ir a almorzar. Se sentaron a la mesa para degustar sus almuerzos, cuando terminaron les quedaban veinte minutos de descanso. Rubén le propone a Justin ¿Porqué no jugamos una pulseada? Antes de que pueda responder, Darío le dice lo mismo con una sonrisa irónica ¿Te animas a jugar conmigo? Bueno, dale, responde Justin. Él y Rubén tenían quince años de edad, Darío unos treinta, era alto musculoso, pesaba, treinta kilos más que Justin. Esto transcurría en un verano de enero, el calor se hacía sentir con fuerza, los ventiladores apenas lo mitigaban. Darío y Justin se sentaron frente a frente, apoyaron sus codos firmes sobre la mesa tomándose por las manos derechas cruzadas. Sus compañeros, algunos sentados, otros de pié, observaban la pulseada que estaba por comenzar, la mayoría decía. ¡Yo le apuesto a Darío! Rubén dijo, a la cuenta de tres comienzan, uno, dos, ¡tres! El hombre y el adolescente comenzaron a empujar, los brazos no se movían del centro, temblaban por la tensión, manteniéndose a noventa grados. Las gotas de transpiración caían por la frente de Darío, el músculo de su brazo parecía un balón de fútbol, un gesto de sorpresa comenzaba a surgir en su rostro. Justin había soportado toda la presión de su rival, sin mostrar emoción alguna, lentamente comenzó a redoblar su esfuerzo, volcando el brazo de Darío, hasta que éste tocó la mesa. La pulseada había durado cinco minutos, levantándose de la mesa, ya serio, Dario le dijo, ¿Qué comes nene? ¿La espinaca de Popeye? O puras vitaminas, deja de joder, mira como me has hecho quedar. – Afirmó mientras se alejaba. Rubén, su amigo le dijo, pensar que yo quería pulsear contigo, eres como Silvester Stallone en la película que pulsea para retener al hijo jajaja. ¿Pensabas que ibas a ganar? – Al menos estaba seguro que nunca he perdido, ésta era solo una pulseada más. – Respondió Justin.
Esta es una prueba más de que en la vida no siempre gana el más fuerte físicamente. Justin tenía una natural fuerza emocional, espiritual y física, que le daba enorme fortaleza. Y, él a su edad, ni sabía de donde surgía o porqué la tenía.
20 comentarios:
Asi mismo es...poderosa mente...
un abrazo
Es cierto, yo conozco personas muy menuditas que tienen más fuerza, aguante y coraje que las más grandes.
Me sigue pareciendo fascinante como la mente humana nos hace experimentar a veces situaciones que creemos son imposibles.
Un saludo.
Hola mery!
Es así,la mente es poderosa,es bueno guiar el cuerpo desde la fuerza interior...
Abrazos amiga.
Cosillas,
David venció al gigante Goliat, con solo una honda y su fe.En la vida,el coraje,valor,fuerza,surgen en unos y en otros no.A veces no se es conciente de su propia capacidad,hasta que surge la necesidad imperiosa de utilizarla.
Saludos.
Gracias por pasar por mi espacio.
En la vida, muchas veces movidos por algún empujón que ella nos da, uno es capaz de hacer cosas que en otro momento ni locos haríamos.
Mis saludos
No hay que fiarse de las apariencias, pues muchas veces engañan.
Un abrazo.
En la mente está el máximo poder....Un abrazo.
Norma2:Gracias a ti por visitarme aquí.La vida es movimiento,ni remotamente podía pensar en los ayeres lo que más adelante traería.Las experiencias ayudan en el hoy.
Saludos.
mária,tienes razón las apariencias pueden engañar,las acciones nos dan la realidad.
Un abrazo!
Rocio, en la mente está el máximo poder,el alma es el filtro para que esa fuerza se mantenga.
Abrazos amiga.
Hola Migue, muchas gracias por dejarme tu comentario. Perdona el despiste, porque de cuatro blogs ya no se quien me sigue y quien no a menos que me deje un comentario. ASÍ QUE TE PIDO DISCULPAS
He venido a visitarte y por supuesto me quedo si me dejas Me gusta lo que he léido.
Un abrazo
Katy, como no he de disculpar el despiste,me he reducido a dos blogs para poder seguirlos.Quédate que te dejo.Seguiré escribiendo historias...
Un abrazo.
Have a SUPER week, Migue !
Gracia Harry, también te deseo una excelente semana a ti.
Saludos!
Estoy convencido de que la suma de todo eso mueve montañas.
Saludos.
Importante lección y entretenido relato.
Saludos.
Hola Toro,
seguramente que mueve montañas,resolviendo problemas también.
Un abrazo!
Emanuel,
Cómo estás amigo escritor, mucho valoro tu visita y comentario.
Saludos.
Hola Cris
Recién veo este comentario sin contestar. Que bueno tener las dos fortalezas,pero de tener que elegir diría que la interior alarga la vida.
Un beso,amiga.
Una historia con moraleja. No siempre es más fuerte quien aparece serlo o debería serlo. Hay una fortaleza que no se mide por el físico, sino por lo emocional y vaya si ayuda en la vida.
Un abrazo amigo.
Ya sabes que yo siempre voy algo retrasada en las lecturas, pero cuando visito, me pongo al día.
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