viernes, 5 de octubre de 2018

Engañada por las apariencias.

Pilar salió de su casa diez minutos más tarde de lo habitual, con su trajecito gris perla de pollera corta y el cabello aún húmedo. En sus zapatos con plataforma apuró los pasos para llegar a la parada del transporte colectivo. Eran las 6 de la mañana en punto, el lugar estaba desierto, se le había ido el bus de menos diez. Se preocupó por estar sola, estaba oscuro, solo la luz de la calle iluminaba el lugar. Se dirigía a su trabajo de programadora en el centro, cuando salía de allí se corría hasta la facultad de ciencias económicas. Con 22 años cursaba el tercer año, no le importaba ir despacio con la Facu ya que necesita trabajar. Vio acercarse a un hombre de espaldas anchas, estatura mediana, vestido con ropas humildes. Cuando lo tuvo cerca vio su rostro de piel obscura, con una cicatriz en el pómulo derecho. Tendría unos cuarenta y tantos años. Sintió miedo, y se separó dos metros de él, es que ocurrían tantas cosas terribles. El hombre mantuvo la distancia, mirando cada tanto si venía el colectivo. 
Pilar observó que un joven se arrimaba a la parada, iba bien vestido y era buen mozo, su presencia le dio más tranquilidad. De pronto el joven se acerca a ella, la tapa con su cuerpo de la vista del otro hombre, arrimandole una navaja a la cara le pide entregue su cartera, celular, y dinero. Le dice – calladita o te corto la cara. Aterrada le estaba entregando lo que pedía, cuando una mano toma la del joven y la retuerce hasta que la navaja cae al piso junto con él. El hombre moreno le dice, vete de aquí y no vuelva porqué te desfiguro la cara a golpes. ¡Búscate un trabajo atorrante! Su mirada echaba fuego, y su mano tenía una fuerza descomunal. El joven dejó la navaja en el piso y echó a correr. Pilar dejó caer unas lágrimas por la tensión sufrida. ¡Gracias! ¡gracias! espetaba,- pensar que yo le tenía miedo a usted, le dijo al hombre. - Mira Niña, soy albañil, tengo brazos y manos fuertes, pero vivo de mi trabajo. No pude evitar meterme. Ten cuidado, detrás de rostros amigables puede haber monstruos horribles, y detrás de rostros poco agradables, personas nobles. Acuérdate siempre. 

El colectivo venía, los dos subieron y tomaron asientos separados, Mariana no pudo reprimir el impulso se levanta y le da un beso en la mejilla al desconocido que la había ayudado. El hombre sonrió y se acomodó en el asiento, bajando la cabeza para descansar durante el viaje. 

Nota:Este relato ya lo hice hace tiempo y lo vuelvo a compartir, el tiempo no me permite por ahora escribir nuevos. En la brevedad posible espero volver. ¡Saludos.!

Migue

18 comentarios:

Gladys dijo...

Hola amigo, es increíble el montón de casos que hay hoy en día así, los pillos anda bien arregladitos para que la gente confíe en ellos, la verdad es que ya no se puede confiar en nadie, un buen relato amigo, me encanto leerte. Abrazos que tengas un lindo fin de semana.

Genín dijo...

Si, me pareció reconocer el argumento... :)
Salud

TORO SALVAJE dijo...

Un hombre que protege a una mujer merece todo mi respeto.

Saludos.

Migue dijo...

Hola Gladys, una de las mayores preocupaciones es la inseguridad, cualquiera en cualquier lugar saca un arma, amenaza y delinque.
La gente que trabaja y estudia tiene que salir igual a cumplir con sus obligaciones. Hay que estar alerta sin duda.
Abrazos amiga.!

Migue dijo...

Hola Genin, tienes buena memoria, se ve que la historia te caló por eso la recuerdas. Espero pronto escribir al menos relatos cortos...siempre hay algo por decir o contar.
Salud

Migue dijo...

Hola Toro, comparto tu postura. El hombre es físicamente más fuerte, y si tiene lo que hay que tener interviene para ayudar.
Un abrazo.

Recomenzar dijo...

Miguel qué placer volver a leerte Cuando pasa el tiempo nos ponemos mas vagos para escribir
Tu texto es nuevo para mi es fascinante
Me gusta tu pluma acaricia cuando escribes
dejas sabores buenos
aunque el texto sea bravo
Es tu parte emocional que admiro cuando escribes largando la magia de tu mente
Beso siempre

Migue dijo...

Mucha,agradezco tu visita y comentario, me halaga, al margen me encanta el moño rojo que te has puesto.
Escribir llegó a ser pasión, mi espalda me daba paliza y fui tomando distancia pasando al Facebook con muchos amigos del blog.
Me alegró reencontrarte,trataré de hacerme tiempo para escribir aquí, ya estoy mejor de la espalda.
Besos amiga.

María dijo...

Ya decía yo que me sonaba cuando he ido leyéndolo, y está bien que lo hayas vuelto a publicar para quiénes no conozcan el relato.

A ver si ya vas poniendo textos nuevos en cuanto puedas, amigo mío.

Ha sido un placer volver a tu blog.

Muchos besos.

Carmen Silza dijo...

Un tema de siempre, y de ahora... un pena.
Me gusta tu forma de escribir.
Me llevo tu enlace a mi blog.
Gracias por tu visita y comentario.
Te lo agradezco de corazón.
Feliz noche Migue.

Migue dijo...

Gracias por tu visita querida amiga Maria Dorada.
Es cierto, muchos de los que no lo habian leido podrán hacerlo ahora ahora.

Cuando deje de escribir era también por algún cambio de blogger que me dejó afuera. Y arrastraba algunos problemas personales para investigar la causa.

Lo importante es que estoy volviendo, despacio, por momentos algunas historias giran en mi mente,pronto volveré con temas nuevos.

Besos, muchos.

Migue dijo...

Carmen Silza
Te visité una vez y me acariciaron tus letras.

Volví a hacerlo antes de comentar, y me pareció impactante tu blog.

Tiene un mundo para leer, te seguiré visitando, ya me puse como seguidor.
Agradezco tu visita y comentario.
Felices días.

Gladys dijo...

Hola amigo, te cuento que no se que pasa con tu última entrada la veo en el escritorio pincho y no aparece, llego siempre a esta misma, bueno mañana lo volverá a intentar haber si llego jejejeje. Saludos feliz domingo.

Tiffany dijo...

Hola Migue, muy buen relato. Es verdad las personas vivimos juzgando por las apariencias y a veces esas engañan.

Pd: Muchas gracias por pasarte por mi blog y quedarte. Yo también me quedo por el tuyo :D nos estamos leyendo.

Saludos desde Plegarias en la Noche.

Migue dijo...

Hola Gladys, tampoco entiendo porqué ocurre esto. Hoy lo vuelvo a escribir. Espero recordar los detalles ya que surgen en el momento. Gracias por advertirme.

Migue dijo...

Tiffany. me encanta que te haya gustado. Nos estaremos leyendo.

Feliz domingo y saludos para ti.

Alís dijo...


Es cierto, las apariencias engañan. Lo sabemos y seguimos cayendo. Los ladrones también lo saben y se aprovechan de ello.

Saludos

Migue dijo...

Tratamos de estar más alertas, pero la delincuencia es más rápida y siguen cometiendo sus fechorías.

Saludos Alis.